El pasado 22 de octubre una noticia se difundió ampliamente en redes: un novio fue asesinado al salir de su boda en la iglesia La Candelaria, ubicada en el municipio de Caborca, Sonora.
El hombre fue confundido por sus agresores, quienes iban por otra persona que presuntamente era el jefe de sicarios de un cártel local que se alió con los hombres de Rafael Caro Quintero.
En un primer momento, el gobernador Alfonso Durazo Montaño aseguró que dicho homicidio no debía generar psicosis, ya que el ataque fue dirigido de forma directa contra la víctima.
“No hay mayor motivo para un ánimo de psicosis. Según las líneas de investigación apuntan que fue un ataque dirigido específicamente contra la persona que lamentablemente perdió la vida, eso no es incriminatorio, significa pues que no es que le pueda suceder a cualquiera, el atentado fue dirigido particularmente”, aseguró.
Pero la Fiscalía de Sonora reveló algunos detalles del asesinato un día después. Dijo que una de las líneas más “sólidas” de la investigación era que el ataque iba dirigido hacia otra persona que también contrajo matrimonio, pero en otra ciudad.
“Se confirma que se trató de un ataque directo, sin embargo, a 24 horas de acciones de investigación, acciones de inteligencia y entrevistas a testigos, cobra relevancia una de las líneas de investigación que indica que el ataque directo a Marco Antonio iba dirigido a otra persona, quien el mismo día contrajo nupcias en otra ciudad y que podría ser el móvil de la agresión que culminó con la vida de la víctima y lesionó a una mujer al concluir la ceremonia religiosa”, explicó la Fiscalía estatal.
Sobre la persona que era el objetivo no se dieron más detalles, pero el diario El País, en una nota firmada por la periodista Elena Reina, quien acudió al lugar de los hechos y entrevistó a periodistas locales y vecinos, revela que se trataba de “El Frank”, jefe de sicarios de un cártel local, quien ese día contraería nupcias con “La Chinita”, hija de los primeros en montar un restaurante de comida china en la zona.
De acuerdo con el reportaje, la pareja iba a casarse ese día precisamente en iglesia católica La Candelaria, pero a última hora cambiaron de parroquia y en su lugar se casaron una maestra del pueblo, Aracely Martínez, con un ingeniero de Durango, Marco Antonio Rosales Contreras.
Al salir de la ceremonia un hombre disparó a Marco Antonio. En diversos videos que se difundieron a través de las redes sociales, se puede observar que el vestido de color blanco de la novia se manchó de sangre en la parte inferior, mientras gritaba y lloraba porque su esposo había sido asesinado.
“El Frank”, señala El País, es el jefe de sicarios del cártel que se alió con los hombres de Caro Quintero, uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y que en este rincón desértico de Sonora creó uno de los bastiones de su imperio criminal.
El País agrega que él, junto con el cártel que fundó en Sonora, le declaró la guerra a los hijos de su anterior socio, Joaquín “El Chapo” Guzmán, que buscaban ampliar los territorios conquistados por su padre. Es decir, un enfrentamiento abierto entre “Los Chapitos” contra los hombres de Caro Quintero, agrupados por otro jefe, “El Cara de Cochi”, por el trasiego de drogas y tráfico de migrantes.
El regreso de Rafael Caro Quintero ha sido un argumento recurrente para explicar el incremento de violencia en Sonora. Otrora uno de los principales narcotraficantes mexicanos, Caro Quintero salió de prisión en México en 2013 y fue aprehendido de nueva cuenta en julio de este año. No obstante, autoridades señalan que el viejo capo creó su propia organización, denominada el Cártel de Caborca, para recuperar el control de Sonora.
Según la consultora Lantia Intelligence, el Cártel de Caborca es uno de los grupos criminales que se consolidaron durante los primeros años del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Para esto ha subcontratado a bandas locales como La Barredora y La Plaza como brazos armados. Su principal rival parece ser el “Cártel de Sinaloa”, especialmente los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”.
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