Tras destacar que en la actual administración se detuvo la caída de la producción petrolera y se impulsó la capacidad de refinación sin endeudar a Petróleos Mexicanos, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que en materia energética, aún quedará pendiente la recuperación de la industria petroquímica que de ser una de las principales industrias, fue desmantelada durante los gobiernos neoliberales.
Durante su conferencia, también señaló la necesidad de revisar la forma de operación de las empresas concesionarias que hacen tareas de perforación o de mantenimiento de las plataformas, ante la incidencia de accidentes que han provocado muertos y heridos. Dijo que se debe revisar que dichas empresas paguen la reparación del daño y refuercen sus acciones preventivas para reducir el número de accidentes.
Aunque destacó que deben deslindarse responsabilidades y garantizar que reparen los daños e incluso, en caso extremo, la cancelación de contratos, reconoció que esta última medida enfrenta complicaciones logísticas porque a nivel mundial se ha reducido sustancialmente la inversión en equipos de perforación, por lo que se podría complicar estas acciones sí hay demasiadas cancelaciones.
“También hay pérdidas económicas y contaminación porque hay derrame de aceite cuando suceden estos accidentes que tienen que ver mucho con fallas, descuidos, falta de profesionalismo. A veces mandan a los trabajadores a hacer labores en las plataformas y hay fugas y se infiere que esto fue lo que produjo el incendio.
“Si tienen las empresas, cualquiera de ellas, en labores de perforación de pozos, mantenimiento, tener más cuidado, actuarse más en lo preventivo, más profesionalismo”.
López Obrador mostró una gráfica para evidenciar la caída sostenida de la producción petrolera durante los últimos 15 años, que pasó de casi 3.4 millones de barriles diarios hasta 1.7 millones en noviembre de 2018. Señaló que la nueva política para recuperar Pemex, permite proyectar que para este año la producción diaria podría alcanzar 1.9 millones de barriles.
Mencionó que ahora la tarea es reducir los costos, pues aun cuando ya han bajado de un costo promedio de 20 dólares por barril a 10 dólares, Pemex busca reducirlos aún más. Esto ha permitido ampliar la utilidad de 40 dólares a 50 dólares. Por eso es un gran negocio la industria petrolera.
Destacó que en este sexenio se invirtió como nunca en refinación, no sólo mediante la modernización de las seis refinerías que ya operaba Pemex, sino además con la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, la adquisición de la refinería de Deer Park y la construcción de dos plantas coquizadoras. Todo esto en un contexto en el que Pemex no se ha endeudado, al contrario, tiene menos deuda de cuando llegamos.
“Queda pendiente recuperar la industria Petroquímica, teníamos una industria de lo mejor del mundo y de manera irresponsable la dejaron caer. Tampoco se puede rehacer la industria petroquímica en un sexenio, nos convertimos de exportadores en importadores porque quedaron en el abandono todos los complejos petroquímicos. Ya vendrá otros, lo que hicimos es detener la caída de la producción, refinación y rescatar Pemex, pero falta más trabajo”, concluyó el mandatario.
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