Reabastecen lluvias a 210 presas más grandes del país
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que, tras tres años de precipitaciones por debajo del promedio, las lluvias registradas este 2025 han permitido la recuperación del nivel de almacenamiento de los 210 embalses más grandes del país.
Mediante un comunicado, la Conagua destacó que el promedio nacional de llenado pasó de 44% a inicios de junio a 50% al 10 de agosto, fortaleciendo la disponibilidad de agua para garantizar el abasto a la población.
Señaló que, al 11 de agosto, de acuerdo con el corte informativo más reciente, el volumen de las 210 principales presas del país se ubicó en 63 mil 029 millones de metros cúbicos (Mm3), lo que representa 50% de llenado. De estas, 27 presas están al 100% de llenado; 65, entre 75 y 100%, y 56, entre 50 y 75 por ciento de su capacidad.
En el caso del Sistema Cutzamala, que abastece a la Zona Metropolitana del Valle de México, su nivel promedio alcanzó 64.8 %, equivalente a 506.79 millones de m³, cifra superior en 28.3% respecto al mismo periodo de 2024. De manera individual, la presa El Bosque se encuentra al 52.4%, Valle de Bravo al 76.4% y Villa Victoria al 53.6%.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, entre el 1 de enero y el 10 de agosto de 2025 se han registrado 386.8 mm de lluvia, lo que significa un 1.4 % más que lo habitual para ese lapso.
Conagua reiteró su compromiso de administrar el agua de manera sustentable para garantizar el derecho humano al agua y el abastecimiento a los sectores productivos, como se establece en el Acuerdo Nacional por el Derecho Humano al Agua y la Sustentabilidad.
El lago Mead en el embalse Hoover, el jueves 22 de agosto de 2024, cerca de Boulder City, Nevada. (AP Foto/Julia Demaree Nikhinson, Archivo)
Arizona, Nevada y México volverán a vivir con menos agua del río Colorado mientras persiste la sequía en el oeste de Estados Unidos, anunciaron el viernes autoridades federales.
El río Colorado es una línea vital crítica para siete estados de Estados Unidos, 30 tribus nativas estadounidenses y dos estados mexicanos. Los recortes se basan en proyecciones de niveles en embalses federales, principalmente el lago Powell y el lago Mead, las cuales se publican cada mes de agosto por la Oficina de Recuperación de Estados Unidos.
Arizona nuevamente se quedará sin el 18% de su asignación total del río Colorado, mientras que México perderá un 5%. La reducción para Nevada —que recibe mucho menos agua que Arizona, California o México— se mantendrá en un 7%. California no enfrentará recortes porque tiene derechos de agua prioritarios y es la última en perder en tiempos de escasez.
Décadas de uso excesivo y los efectos de una prolongada sequía, agravada por el cambio climático, significan que hay mucha más demanda de agua de la que fluye realmente a través del río. Los bajos niveles de los embalses en el lago Mead han provocado recortes obligatorios todos los años desde 2022, y los más profundos, que afectaron más a los agricultores en Arizona, ocurrieron en 2023.
Mientras tanto, los estados trabajan para llegar a un acuerdo el próximo año sobre nuevas reglas a largo plazo para gobernar el río en años de sequía. El gobierno del presidente Donald Trump dio un plazo a mediados de noviembre para que los estados alcancen un convenio preliminar, o se arriesguen a una intervención federal. Las negociaciones han enfrentado retrasos debido a que los estados se resisten a ceder la cantidad de agua que deberían.
Originalmente, el Pacto del Río Colorado de 1922 se calculó con base en una cantidad de agua que no existe en el clima actual. Eso hace que los estados de la Cuenca Alta —Nuevo México, Colorado, Wyoming y Utah— tengan mucha menos agua que compartir después de que se envía la cantidad requerida a los estados de la “Cuenca Baja”: Nevada, Arizona y California. Mucha agua también se pierde por evaporación y fugas en la infraestructura.
Durante años, dividir equitativamente el agua del río en la era del cambio climático ha sido un desafío, ya que todos los usuarios principales son reacios a ceder mientras anticipan un futuro más seco. Tiene que haber suficiente agua en los embalses para que llegue a los túneles que conducen el agua río abajo, y la infraestructura clave, como la presa Hoover, depende de ciertos niveles de agua en el lago Mead para generar electricidad.
Los recortes obligatorios y las liberaciones de agua de emergencia son medidas “reactivas”, dijo John Berggren, gerente de políticas regionales de Western Resource Advocates, una organización sin fines de lucro enfocada en el cambio climático.
“Si queremos tener un río Colorado sostenible y no solo responder a una crisis tras otra, necesitamos incorporar grandes cantidades de flexibilidad en este nuevo conjunto de directrices”, afirmó.
Los estados analizan un enfoque llamado flujo natural para gestionar el río, donde la Cuenca Baja recibiría un cierto porcentaje del flujo natural promedio de los últimos años.
Los estados de la Cuenca Baja han ayudado a evitar recortes más profundos al idear planes de conservación voluntarios. En los últimos años, Arizona, Nevada y California han ahorrado casi la mitad de lo que usan anualmente a través de programas financiados en gran parte durante la administración del expresidente Joe Biden.
“Sin todas esas medidas, el río estaría en una situación muy mala”, dijo J.B. Hamby, presidente de la Junta del Río Colorado de California y miembro de la junta del Distrito de Riego Imperial, el mayor usuario del agua del río. Aun así, sabe que California, al igual que otros lugares, tendrá que ceder más en las negociaciones en curso.
Docenas de proyectos de conservación para los estados de la Cuenca Alta y las tribus están en el limbo. En su primer día en el cargo, Trump congeló los fondos de la Ley de Reducción de la Inflación aún no distribuidos que incluían casi 400 millones de dólares para esos proyectos. A principios de este mes, toda la delegación del Congreso de Colorado firmó una carta en la que exhorta a liberar su parte de esos fondos.
Con información de agencia AP
Esta web usa cookies.