La canciller mexicana, Alicia Bárcena, afirmó ayer en la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que las autoridades mexicanas y estadounidenses están siendo rebasadas por las crecientes olas migratorias.
Diariamente llegan a territorio nacional unos 9 mil migrantes y se espera que en el año sumen 140 mil, lo que resulta abrumador y rebasa cualquier capacidad, por más que México quiera hacer un buen trabajo, o incluso Estados Unidos, dijo la encargada de coordinar las acciones del gobierno mexicano en materia migratoria.
Bárcena expuso que el gobierno mexicano busca que en noviembre se concrete un encuentro entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y su par estadounidense Joe Biden, con el fin de evaluar las vías legales para la migración.
Primero que nada, sí, vamos a visitar Washington, y lo más probable es que sea a principios de noviembre. Esta es una reunión que el presidente Biden está convocando para dar seguimiento a la declaración de Los Ángeles sobre la APEC, que es la Asociación Económica de las Américas. El presidente López Obrador propone tener un encuentro bilateral con Biden un día antes de esa reunión y luego discutir precisamente migración y desarrollo, indicó la funcionaria, quien este sábado participará en la Asamblea General de la ONU en representación del mandatario.
López Obrador quiere abordar sobre todo las causas estructurales de la migración con Biden, al tiempo de articular una política para atender a los migrantes junto con Colombia, Panamá, Costa Rica, Guatemala y Honduras, de acuerdo con la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Agregó que el gobierno mexicano considera que la comunidad internacional debe hacer mayores esfuerzos en atender las raíces de ese fenómeno en distintos puntos del continente, en particular en el Tapón del Darién, “no sólo cuando llegan a México y el asunto explota.
Estamos tratando de hacer una política muy apegada a los derechos humanos, muy apegada a la protección humanitaria de los migrantes. No es fácil, son grandes cantidades de personas que están entrando, de nacionalidades muy específicas.
Subrayó que México pone los recursos para la supervivencia de los migrantes que ingresan por la frontera sur y solicitan asilo, pone el dinero para permitir su supervivencia mientras obtienen documentos y encuentran un empleo, o para devolverlos a sus países de origen cuando Estados Unidos los rechaza.
“Los albergues en El Paso reportan un sobrecupo de 120 por ciento y los que están en Ciudad Juárez tienen una ocupación de 95 por ciento. Los albergues que tenemos nosotros, Leona Vicario y Kiki Romero, están en 85 y 90 por ciento”.
Enfatizó que México mantiene comunicación con las autoridades estadunidenses para la atención y el procesamiento de los migrantes y añadió que la situación se ha dificultado aún más a causa de las medidas tomadas por gobiernos como el del republicano Greg Abbott, que ha endurecido las medidas antimigrantes en Texas y ha colocado una barrera flotante en el río Bravo.
Albergues saturados en ambos lados de la frontera
Desde hace dos años los flujos migratorios se han incrementado tremendamente y desde principios de 2023 la situación se ha intensificado aún más, aseguró Magdalena Silva Rentería, directora del albergue Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento de la Mujer Indígena e Inmigrante (Cafemin). Añadió que en el país estos espacios están rebasados.
Entrevistada en el encuentro Diálogo Nacional por la Paz, que se realiza en la Universidad Iberoamericana Puebla, detalló que Cafemin ha atendido, de enero a la fecha, a más de 6 mil personas de 26 nacionalidades, la mayoría venezolanos, haitianos, colombianos, ecuatorianos, chinos y peruanos.
Apuntó que los siete albergues existentes en la Ciudad de México están llenos. En Cafemin, que es de los más grandes, tenemos capacidad para 100 personas y ahorita hay 500. En la calle, con casas de campaña, están entre 100 y 150 personas. Tengo 11 años trabajando en este tema y nunca había visto tanta situación de calle de los migrantes.
Lo anterior generó que ayer un grupo de vecinos cerrara Circuito Interior, a la altura de la colonia Vallejo, para protestar por la presencia de personas en movilidad en la calle, y exigieron su reubicación, así como la apertura de espacios dignos para los migrantes.
La religiosa comentó que hemos estado en diálogo con los vecinos, que seamos tolerantes. Se quejan de la basura, de que se orinan en la calle, pero el Estado no les da las condiciones para estar lo más dignamente posible en un lugar, los albergues ya no podemos más.
Indicó que ni del gobierno federal ni del local reciben apoyo, y criticó que en la ceremonia del Grito de Independencia, el presidente Andrés Manuel López Obrador haya echado vivas por los migrantes y que eso no se vea reflejado en políticas a su favor. Hay que “establecer una política migratoria más humana, no sólo es el discurso o que en el Grito el Presidente diga ‘vivan los migrantes’”.
Guillermo Yrizar Barbosa, profesor investigador de la Ibero Puebla, coincidió en que existe una brecha entre el discurso y lo que se hace en relación con las personas en movilidad, y ante el aumento del flujo migratorio la única estrategia es detener, maltratar y devolver.
Bloqueo en Vallejo
Residentes de la colonia Vallejo, en la alcaldía Gustavo A. Madero, bloquearon el tránsito vehicular en Circuito Interior en dirección al poniente de la capital, para exigir a las autoridades locales y federales atención en materia de salud pública ante la presencia de decenas de migrantes en la calle Florencio Constantino y en las inmediaciones del Pilares Richard Wagner.
La protesta, que empezó alrededor de las siete de la mañana, concluyó después de dos horas, luego de que las autoridades capitalinas ofrecieron la instalación de una mesa de diálogo para este lunes.
Los quejosos denunciaron que hay decenas de migrantes viviendo en la calle en condiciones insalubres, durmiendo en cartones o en casas de campaña y algunos aprovechan cuando llueve para bañarse.
Con información de La Jornada
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