El pleno del Senado rechazó una propuesta de la fracción del PAN, para que la Fiscalía General de la República (FGR) y otras dependencias investiguen a José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de la república, por presunto conflicto de interés, después de una airada discusión, en la que Morena respondió a las descalificaciones de los panistas, que incluso insultaron desde la tribuna y a gritos al ejecutivo federal.
La sesión se suspendió poco después del mediodía, cuando recién se había iniciado, porque la bancada del PAN, con su coordinador Julen Rementería a la cabeza, colocó en tribuna una réplica cartón de la casa de Houston, rentada por la esposa de López Beltrán, en aquella ciudad y advirtieron que no se moverían de ahí, hasta que se pusiera a discusión su propuesta.
La presidenta de la mesa directiva, Olga Sánchez Cordero, trató de que continuara la sesión, pero no fue posible y decidió entonces hacer un receso que concluyó cuatro horas después, luego de que los coordinadores parlamentarios pactaron con el morenista Ricardo Monreal, debatir el tema, de manera ordenada.
“Morena no rehúye el diálogo y votará porque se abra el debate, porque no tenemos nada qué ocultar, tenemos al mejor presidente de la historia reciente del país”, que recibió en herencia un país devastado, sin misericordia”. Es increíble, agregó que “la inmundicia política sea lo único que interese al poder conservador”.
Cuando hay gritos se pierde el rumbo y cuando se acaban los argumentos comienzan la calumnia y la descalificación perversa, dijo. Y fue lo que prevaleció, porque la panista Kenia López Rabadan, acusó de corrupción al presidente López Obrador y su hijo y elevó cada vez más la voz para insistir en que además de la FGR, la Secretaría de la Función Pública y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), deben iniciar una investigación por “tráfico de influencias y cohecho, entre otros delitos”, por haber vivido en una mansión en Houston, propiedad de la empresa Baker Hughes, que tiene contratos con Petróleos Mexicanos.
Las morenistas Bertha Caraveo y Antares Vázquez, respondieron – también a gritos la primera – que no hay prueba de ello y que tanto López Beltrán como su esposa ya aclararon que rentaron la mansión y no tienen relación alguna con Baker Hughes y refrendaron su respaldo al ejecutivo federal.
Después la panista Lillly Téllez volvió a provocar el enojo del grupo mayoritario, al calificar a los morenistas de agachados, burlarse del presidente López Obrador – ser popular no quiere decir que sea bueno, sostuvo – y acusarlos de atacar la libertad de expresión y de intimidar a Carlos Loret de Mola.
“Aunque la gentuza se vista de Morena, traidora se queda”, le dijo la senadora Vázquez, mientras que su compañera Caraveo le preguntó cuándo se preocupó por pedir que se investigaran los asesinatos de Miroslava Breach y Javier Valdez, verdaderos periodistas y no mercenarios de la comunicación.
La senadora Imelda Castro agregó que Morena está “con los periodistas de pie, los que ganan seis mil pesos al mes y que a veces no tienen dinero para el camión, para ir a corretear la nota”, no con los extorsionadores, quienes trabajan con la red empresarial que está en contra del presidente López Obrador.
Aduciendo que la habían aludido, López Rabadán regresó a tribuna, para reiterar sus acusaciones en contra del hijo del presidente y luego Xóchitl Gálvez resaltó que ella no “estaría alcahueteando” a unos de sus hijos si hubiera cometido un delito.
Sin dudar, el embajador y senador de Morena, Héctor Vasconcelos advirtió que no hay una sola evidencia de que José Ramón López Beltrán haya cometido algún delito, pero se le cuestiona sin pruebas, y “está siendo vulnerado, de manera irreparable, en sus derechos humanos y se le está causando un daño moral, que se será difícil solventar.
Expuso que él ha visto crecer a los hijos del presidente López Obrador y fue testigo de que en su adolescencia y juventud, dedicaron lo mejor de su tiempo a luchar por la posibilidad de que México tuviera una transformación de fondo. “Cualquier padre mexicano estaría orgulloso de tener hijos de tal integridad y vocación social”.
Sin embargo, agregó, su credibilidad está atrapada “entre los intereses políticos partidistas de quienes echan mano de “absolutamente todas las armas a su alcance, por viles que sean”.
La propuesta de los panistas fue rechazada por 62 votos de Morena y sus aliados. La oposición sólo sumó 43 votos.
Al final, la senadora de Morena, Antares Vázquez, reprochó a Sánchez Cordero, haber permitido el uso de la palabra tantas veces a “la derecha” y Monreal agregó que fue “demasiado tolerante”, pero ello fue bueno porque “no es fácil conducir un debate de esta naturaleza”.
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