Las clases presenciales iniciaron esta semana en la mayor parte del país, excepto en Baja California Sur, Sinaloa y Michoacán. En los estados del Pacífico fue por el huracán “Nora”. Pero en la entidad gobernada por Silvano Aureoles Conejo el ciclo 2021-22 no se está dando de manera virtual en mil 500 escuelas del nivel básico (20 por ciento del total) por el retraso en el pago de ambas quincenas de agosto (unos 20 mil pesos) a 28 mil docentes y demás personal educativo con plaza estatal.
“Tenemos un mes sin cobrar. Esta semana que debió haber iniciado un ciclo escolar lo pudimos haber hecho de manera virtual, pero no se dieron las condiciones por la falta de pago que se ha agudizado conforme pasa el tiempo”, dijo José Jesús, profesor de una primaria en Morelia con 15 años de servicio. “Del siguiente gobernador esperamos que haya una mayor claridad en el manejo de los recursos y, sobre todo, que se le apueste más al sector educativo en infraestructura y revalorización al docente”.
El secretario de Educación Estatal, Héctor Ayala Morales, expuso en entrevista que se requieren 9 mil millones de pesos anuales para el pago de estas plazas estatales. Entre 2018 y 2020, ante la insolvencia estatal desde 2009 para cubrir el costo total de los salarios del sector educativo, se acordó con el Gobierno federal que la federación cubra el 34.6 por ciento (3 mil mdp) y el gobierno estatal los 6 mil millones restantes, pero ya se agotaron las arcas estatales.
“Ya se tiene aquí el tercio del dinero de la federación, pero el estado no tiene los 6 mil millones de pesos”, dijo Ayala, quien aseguró al personal afectado que se les pagará, pero no hay una fecha concreta hasta que la Secretaría de Finanzas reciba ingresos.
“Se buscó un mecanismo para financiarlo, pero entró la pandemia. Este año, derivado de los recortes presupuestales, la Secretaría de Finanzas nos dice que los 3 mil millones de pesos disponibles para la nómina ya se agotaron a estas alturas. Pero asume sus adeudos de 651 millones de pesos del año pasado, 142 millones del retroactivo de incremento salarial y las dos quincenas de agosto”, planteó.
Los docentes exigen transparencia en el manejo y destino de los recursos públicos, ya que el retraso en pagos y el retiro de prestaciones –incluso en otros sectores como el de salud y seguridad– ha sido una constante desde el inicio de la gestión del mandatario perredista en octubre de 2015, cuya administración concluye el 30 de septiembre para dar paso al opositor Alfredo Ramírez Bedolla.
“Es entendible que los afectados piensen que el dinero se lo roban o lo desvían, lo que significaría que el dinero existe. Pero no es así, el tema es falta de recursos; un déficit que probamos ante la Secretaría de Hacienda y Educación Pública, y por eso nos ayudaron con ese 34 por ciento. El tercio que aporta la federación y el dinero que aporta el estado es del capítulo 1000, que no se puede utilizar en ninguna otra cosa”, afirmó el secretario de Educación estatal.
En las preparatorias y universidades públicas y privadas michoacanas, alrededor de 300 mil alumnos reanudaron el lunes las clases presenciales de manera escalonada, en un formato híbrido y con protocolos específicos, informó el gobernador Silvano Aureoles. El millón de estudiantes de nivel básico permanecerán en clases en línea por la pandemia.
“Entendemos la educación como una actividad esencial, pero también valoramos el riesgo que implica en este momento el regreso de educación básica, es decir, jardines de niños, primarias y secundarias. Estos no regresan presencial porque apenas se empieza a mostrar una ligera contención sobre la tercera ola de Covid-19 en el estado. Se integrarán a las aulas una vez que la curva de contagios haya descendido los suficiente”, declaró Aureoles, quien en abril empujó a un profesor en el municipio de Aguililla que exigía condiciones de seguridad.
No obstante, los profesores de primaria consultados aseguraron que no darán clases presenciales ni virtuales –independientemente de la pandemia– hasta que reciban su pago, ya que para subsistir se han visto orillados a pedir prestado u ofrecer clases de regulación a falta de ahorros por el retiro de prestaciones y bonos. Incluso algunos padres de familia, a través de mensajes de WhatsApp, han manifestado su apoyo con el paro en clases virtuales que abarca a alrededor de 120 mil niños y niñas.
“Tenemos un mes sin cobrar nuestro salario. Tenemos incertidumbre, miedo y nos sentimos desesperados, desvalorados. Además, el pago de nuestras prestaciones se vio afectado desde el inicio de la administración del gobernador Silvano Aureoles. Eliminó algunas prestaciones que nos correspondían y comenzó a cobrarnos impuestos que a nuestros compañeros con plaza federal no les cobran”, dijo Blanca, maestra de una primaria en Morelia con plaza estatal.
“Lo único que ha hecho el gobernador y el secretario de Educación [Héctor Ayala] es pedirnos solidaridad y comprensión ante la falta de dinero que hay en el estado. Nuestra familia no come de solidaridad. Siempre hemos sospechado de desvíos del dinero que nos correspondía; el señor [Aureoles] ha hecho mal uso de los recursos y hoy nos está perjudicando de una manera ruin”, agregó la maestra con 15 años de servicio.
Enfatizó que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ni el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) los representan porque los líderes “los utilizan” y negocian para sus intereses y no los de la base.
El profesor de nivel básico Fernando, cuya esposa también es maestra y tampoco ha recibido sus quincenas, coincidió en que durante la administración de Aureoles ha habido irregularidades en los salarios y bonos de las plazas estatales por lo que ha recurrido a préstamos o ayuda de despensa por parte de familiares.
“Con préstamos hemos estado sobreviviendo este mes. Con la situación económica del país es difícil tener un ahorro. Tenemos una bebé y son gastos –que la leche, los pañales y el pediatra– que no podemos esperar”, dijo. “Esta protesta es para que el gobernador nos atienda, que aclare la situación de los recursos, porque ya está por finiquitar su periodo y, si no nos reintegra para pagar los préstamos, nos quedaremos hasta endrogados”.
El gobernador entrante y morenista, Alfredo Ramírez Bedolla, informó a inicios de agosto que está negociando con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para federalizar la nómina magisterial –como lo intentó este gobierno estatal saliente–, lo cual según sus cálculos implicaría una bolsa de 7 mil millones de pesos para garantizar el pago salarial a estos cerca de 30 mil trabajadores educativos de plaza estatal.
“Esperemos que con el nuevo gobernador se regularicen nuestros pagos, que exija cuentas claras a la administración de Silvano sobre el presupuesto que no llega y vea la manera de recuperarnos algo de los que se nos adeuda. También que solucione la infraestructura en escuelas por la pandemia”, comentó el maestro Fernando.
Con información de https://www.sinembargo.mx/04-09-2021/4021126
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