El presidente Andrés Manuel López Obrador recomendó al siguiente gobierno seguir avanzando en el rescate de la industria petrolera y la autosuficiencia energética. Inclusive, reconoció que se ha arrepentido de no haber comprado al menos otras dos refinerías, como se hizo en su momento con la de Deer Park, ubicada en Texas.
En la mañanera de este viernes en Palacio Nacional, el mandatario federal señaló que el 28 de febrero la refinería de Dos Bocas —uno de los proyectos más ambiciosos de su administración— estará operando al total de su capacidad, que se estima en la capacidad de procesar 280 mil barriles diarios de petróleo.
Insistió que a quien entregue la estafeta el próximo 1 de octubre tiene tres opciones en materia energética: seguir con el plan de modernización de las plantas que ya se tienen: seis que existían y que se han rehabilitado, Deer Park, Dos Bocas y las plantas coquizadoras de Tula, que estará lista al final del sexenio, y Salina Cruz, que se dejará concluida la obra civil, de acuerdo al mandatario.
Una opción más, dijo, es construir una nueva refinería. “Mi propuesta eran tres, al final estoy haciendo cuatro, porque es Dos Bocas, Deer Park que la compramos y las dos coquizadoras, que son como dos refinerías. Esa es la otra opción, hacer una más. Ya con esto se resuelve el problema, ya no se compra combustible en definitiva hacia adelante”.
La tercera propuesta planteada por el jefe del Ejecutivo para quien lo relevará es que se compre una nueva refinería. Aunque, acotó, ya no están en los precios que se manejaban cuando su gobierno adquirió Deer Park.
“¿Quién va a resolver esto? A quien le entregue yo la estafeta. Pero tengo confianza que se va a seguir avanzando en el rescate de la industria petrolera y de la autosuficiencia energética. Es importante que el Estado conserve estas empresas estratégicas, esa idea no la comparten con nosotros los tecnócratas, ellos quisieran que todo quedara al mercado, quieren la libertad, pero ¿saben qué libertad quieren? La del zorro en el gallinero, pues eso no se puede”.
Indicó que cuando se proyectó comprar Deer Park se dio en medio de un ambiente global que apuntaba a que el petróleo era el pasado y había un auge de los carros eléctricos.
“Si hay algo que me arrepiento es no haber autorizado la compra de dos refinerías más porque hasta los petroleros se lo creyeron (que las refinerías eran obsoletas). Eso fue hace como tres años. Había como 10 en venta en Houston a precios muy bajos, esta empresa Shell tenía como tres en venta, no tenía en venta la de Deer Park, pero esa nos interesaba mucho porque ahí teníamos el 49 por ciento de participación y ellos decidían qué hacer con las utilidades y siempre las reinvertían y a México no le tocaba nada. Cuando se da este ambiente de que ya venían los carros eléctricos y que las refinerías eran obsoletas empiezan a bajar de precio y las ponen en venta, había como 10”.
López Obrador recordó que para adquirir el 51 por ciento restante de Deer Park, su gobierno pagó a Shell 600 millones de dólares y ahora genera una utilidad de mil millones de dólares al año.
“Porque no creían que de la noche a la mañana se iba a dejar de usar las gasolinas y no iba a ser fácil que nos dieran el permiso en Estados Unidos para adquirir tres, por eso dijimos una”.
Indicó que con el proyecto de rehabilitación de las seis refinerías que se tenían en el país y que fueron abandonadas por los neoliberales, se pasó de 38 por ciento que producían al inicio de su administración, a 65 por ciento actualmente.
“Pensando en el futuro, si se sigue con el plan de rehabilitación, si se le sigue invirtiendo año con año se puede llegar de 65 a 80, 90, ya se tiene capacidad para procesar en esas seis refinerías hasta un millón 200 mil barriles, estamos actualmente como 800 mil, llegamos hace poco a un millón de barriles diarios entre las seis, sólo con el plan de rehabilitación. Estamos metiendo de 8 a 10 mil millones de pesos en estos años a las seis. Estamos buscando elevar la producción en las seis a un millón 200 mil”.
También te puede interesar: