Categorías: México

¿Refrescos? Decomisan 9 mil cartuchos de grueso calibre en cajas de gaseosas

¿Refrescos? Decomisan 9 mil cartuchos de grueso calibre en cajas de gaseosas.
Detienen a una persona cuando pretendía ingresar a territorio nacional, con más de 9 mil cartuchos de grueso calibre ocultas en cajas de refresco, que tenían como destino grupos del crimen organizado.

Los elementos de la Guardia Nacional junto con personal del Servicio de Administración Tributaria (SAT), en la Línea Internacional Puerto Fronterizo I, dependiente de la Aduana de San Luis Río Colorado, Sonora, decomisaron los cartuchos y una persona quedó detenida por los hechos.

Una persona pretendía ingresar a territorio nacional en un vehículo con placas de circulación del estado de California, Estados Unidos. Al efectuar una revisión a la unidad, los guardias nacionales encontraron en la cajuela varias cajas de cartón que aparentemente transportaban latas de refresco.

Pero los elementos de la Guardia Nacional, le realizaron una inspección minuciosa y localizaron 344 cajas y 20 bolsas resellables que contenían alrededor de siete mil cartuchos calibre 7.62×39 mm, además de 20 cajas de cartón que transportaban aproximadamente dos mil 420 cartuchos calibre 5.56.

Te puede interesar: ¡Acorralado! Asaltante se quita la vida antes de que lo detengan (VIDEO)

Después del decomiso, el conductor quedó detenido, sus datos fueron inscritos en el Registro Nacional de Detenciones y junto con lo asegurado fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República en la entidad, para que se determine su situación legal.

El objetivo de la Guardia Nacional es salvaguardar la vida, integridad, seguridad, bienes y derechos de las personas, así como preservar las libertades; contribuir a la generación y preservación del orden público y la paz social, además de salvaguardar los bienes y recursos de la Nación.

También llevar a cabo acciones de colaboración y coordinación con entidades federativas y municipios.

Angélica Domínguez

Compartir
Publicado por
Angélica Domínguez