En los últimos días, elementos de Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, rescataron a una joven migrante y su bebé de ahogarse; convencieron a 18 personas extranjeras sobre el riesgo de cruzar el cauce del río Bravo, y recuperaron el cuerpo de un hombre en avanzado estado de descomposición en Sierra de Anapra.
En una primera acción y como parte de los recorridos de rutina por el margen fronterizo, auxiliaron a una mujer de 17 años y su hijo de tres meses de nacido -ambos originarios de El Salvador- que minutos antes habían sido arrastrados por el afluente del río Bravo, en su intento por cruzar a Estados Unidos.
La joven migrante comentó que había intentado varias veces atravesar el agua, pero la fuerza de la corriente la regresaba a tierra firme; pidió que la dejaran hacerlo de nuevo, junto con su hijo que llevaba aferrado entre los brazos.
De inmediato, fueron subidos a la cabina de la camioneta de Grupo Beta del INM, dependiente de la Secretaría de Gobernación, para verificar su estado de salud y luego ser trasladados a las oficinas de la Subprocuraduría de Protección Auxiliar a Niñas, Niños y Adolescentes de Ciudad Juárez, para su atención, cuidado y tutela.
Horas después, los integrantes de Grupo Beta atendieron el llamado para localizar y recuperar el cuerpo -en avanzado estado de descomposición- de una persona migrante de entre 45 y 50 años que sería originario de un país centroamericano, con base en los reportes de búsqueda, y yacía en planicie de Sierra de Anapra, en los límites de México con Estados Unidos.
Tras un recorrido pie-tierra por más de 3 kilómetros y un calor de 40 grados centígrados, llegaron a las coordenadas de geolocalización previamente proporcionadas y encontrado con el rostro cubierto por una chamarra. Con apoyo de la policía local fue llevado a Ciudad Juárez para iniciar el proceso que permita confirmar su identidad, nacionalidad y, de ser el caso, a la repatriación a su país natal.
Finalmente, Grupo Beta Ciudad Juárez, en coordinación con Grupo Beta Ojinaga, convencieron a un grupo de 18 personas de nacionalidad venezolana (cuatro menores de edad, siete mujeres y siete varones) de no intentar cruzar a Estados Unidos; los invitaron a salir y alejarse de esta orilla del río Bravo, ubicada a 300 metros de uno de los puentes internacionales de la región.
Dialogaron con ellos sobre riesgos a los que se exponen con la creciente del cauce; después de un tiempo desistieron y se les proporcionó agua potable y alimento, para luego ser trasladados a la base de Grupo Beta.
El INM refrenda así su compromiso por una migración segura, ordenada y regular, con pleno respeto a los derechos de las personas que ingresan y transitan por México, sin menoscabo de su nacionalidad o condición política, económica y social.
Rescatan a salvadoreña y su bebé en el río Bravo
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