Se cumplen ya 52 años, y ¡2 de octubre no se olvida!

Se cumplen ya 52 años, y ¡2 de octubre no se olvida!

Un parteaguas en la historia contemporánea de México es la masacre perpetrada por el Ejército en la Plaza de las Tres Culturas, en la unidad habitacional Tlatelolco en contra de los estudiantes quienes exigían mayor apertura democrática en el país, por ello a 52 años de aquel triste acontecimiento el ¡2 de octubre no se olvida!

Este viernes 2 de octubre se cumplen 52 años de la matanza de estudiantes y activistas en la Plaza de las Tres Culturas, por parte de militares y elementos de seguridad, el llamado Batallón Olimpia.

Un movimiento estudiantil que inició el mes de junio y que terminó en una masacre con (hasta el día de hoy) incontables víctimas mortales, cientos de encarcelados y otro tanto de desaparecidos, matanza ordenada por el entonces secretario de Gobernación y después presidente de la República Luis Echeverría Álvarez, aunque posteriormente el presidente en aquel momento Gustavo Díaz Ordaz asumió la responsabilidad además de comentar que “se sentía muy orgulloso de lo hecho aquel 1968”.

El contexto político y social en México era de inconformidad, desigualdad e injusticia, que se acrecentó debido a la represión de un simple pleito entre estudiantes preparatorianos de la UNAM e IPN.

Asimismo, en el mundo estaban emergiendo movimientos para exigir democracia y justicia a los gobiernos, de los más representativos fueron las manifestaciones en Francia y Checoslovaquia. En nuestro país se unieron universidades como la UNAM, el IPN, la ENH, Universidad de Chapingo, entre otros, que conformaron el 2 de agosto de 1968 el Consejo Nacional de Huelga (CNH).

2 de octubre

En aquel entonces el CNH publicó un pliego petitorio para el Gobierno de Díaz Ordaz, que entre los puntos que solicitaban se encontraba: libertad a presos políticos, destitución de los generales Luis Cueto Ramírez, Raúl Mendiolea y el teniente coronel Armando Frías.

Una de las manifestaciones más representativas fue la llamada “Marcha del Silencio”, en la que el Gobierno de Díaz Ordaz acusaba a los estudiantes de ser revoltosos y que lo único que querían era “protagonismo”, que sólo “eran escandalosos”, por lo que el 13 de septiembre marcharon en protesta por el ingreso de elementos del Ejército a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al Instituto Politécnico Nacional (IPN), violando la autonomía de las instituciones.

Lo que provocó que las autoridades incrementaran la represión, arrestos y desapariciones, que culminaron con el mitin convocado aquel 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, situación que exaltó los ímpetus asesinos de muchos en el Gobierno de Díaz Ordaz.

Aquella tarde, siendo aproximadamente las 17:00 horas dos helicópteros sobrevolaron el lugar y lanzaron dos luces de bengala, obvia señal para iniciar el fuego cruzado (entre militares y Batallón Olimpia, apostados en los edificios del conjunto habitacional) contra los estudiantes.

Desde ese momento inició la masacre, con un tiroteo incesante en contra de estudiantes, académicos y obreros que habían acudido al mitin.

Recientes indagatorias señalan que el ataque fue perpetrado por 8 mil militares, 300 vehículos armados entre tanques, jeeps con ametralladoras y vehículos blindados.

Asimismo, se estima que se dispararon al menos 15 mil proyectiles; sin embargo, de los muertos no hay una cifra exacta, pero expertos estiman que fueron alrededor de 300, además de 700 heridos y más de 5 mil desaparecidos. El Gobierno de Díaz Ordaz reconoció sólo 26 víctimas, cifras que incluso fueron publicadas por la prensa oficialista y que además añadían que había sido una provocación de “alborotadores”.

A nivel mundial fue el único movimiento estudiantil en 1968, que concluyó en una matanza; duró 146 días; otras investigaciones aseguran que Luis Echeverría Álvarez, entonces secretario de gobernación fue quien dio la orden de la matanza de estudiantes del 2 de octubre.

Al parecer, la verdadera causa, apunta a que Díaz Ordaz y su Gabinete buscaban apaciguar los grupos de manifestantes ya que estaba por inaugurarse la XIX Olimpiada el 12 de octubre, 10 días después de la matanza.

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