El canciller Marcelo Ebrard informó que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) defenderá a Paola Schietekat tras ser sentenciada a 7 años de prisión y 100 latigazos en Qatar.
La mexicana Paola Schietekat Sedas logró escapar de Doha, Qatar, antes de ser condenada tras denunciar haber sido víctima de abuso sexual.
El canciller mexicano dijo que el mejor abogado de la SRE defenderá a la mexicana para que sus derechos como ciudadana del país sean respetados.
Agradecí a Paola su visita y la conversación. El Consultor Jurídico de la SRE, nuestro mejor abogado, se hará cargo de defenderla y de que sean respetados todos sus derechos como ciudadana mexicana. Le reconocí su valentía y resolución. pic.twitter.com/PMWGjpjHRV
— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) February 18, 2022
Paola es economista, politóloga y antropóloga y trabajaba en el Comité Organizador del Mundial de Futbol, programado para el 21 de noviembre próximo, sin embargo su trabajo fue interrumpido cuando una persona abusó sexualmente de ella.
Y es que la mexicana relató su historia en un artículo publicado por Julio Hernández “Astillero” el pasado 8 de febrero, en el que denunció que la representación del gobierno mexicano en Qatar no hizo nada para ayudarla.
“Este artículo lo escribí frustrada, harta y agotada, después de intentar absolutamente todo por la vía institucional. ¿Por qué las mujeres no denunciamos? Aquí les doy una razón”, indicó.
Cabe mencionar que relató que la solución que le dio su abogada y el representante legal de su violador fue que se casara con su agresor para cerrar el caso.
La mexicana contó que tras la denuncia su agresor se defendió argumentando que era su novia, y que habían tenido relaciones sexuales consensuadas.
“En Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos. De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública, único lugar donde tuve un traductor. Todo se centró alrededor de la relación extramarital, mientras que, bajo mi abaya, la túnica que me recomendaron usar para parecer una ‘mujer de buena moral’, seguían las marcas, moradas, casi negras. Mi abogada casi no habló. Al final, tuve que entregar mi teléfono, desbloqueado, a las autoridades, si no quería ir presa”, aseguró.
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