El sector siderúrgico mexicano sugirió represalias y se mostró firme en su rechazo a los aranceles impuestos a las importaciones de acero y aluminio por el gobierno de Estados Unidos encabezado por el presidente Donald Trump.
La Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) emitió un comunicado en el que expresó su profunda preocupación por las medidas arancelarias anunciadas, las cuales, según la industria, pondrían en grave riesgo tanto la competitividad como la estabilidad de la cadena productiva en América del Norte.
El organismo reiteró que, en caso de no lograrse una exclusión de las medidas por parte de la administración estadounidense, México debería considerar tomar represalias en forma de nuevos gravámenes sobre productos siderúrgicos originarios de EE.UU.
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Esta postura surge tras la preocupación de que los aranceles no solo afecten a los productores mexicanos, sino que también alteren el equilibrio comercial y las relaciones entre los países vecinos, lo cual podría impactar negativamente en los sectores vinculados al acero en América del Norte.
Canacero subrayó que, de acuerdo con las cifras del comercio bilateral, existe un superávit de 2.3 millones de toneladas de acero a favor de Estados Unidos al cierre de 2024, lo que refuerza la argumentación de que no hay justificación válida para la imposición de aranceles sobre el acero mexicano.
La Cámara recordó que la industria de acero y la metalmecánica forman un pilar fundamental en la economía regional, y cualquier alteración en este flujo comercial podría ser perjudicial no solo para México, sino para toda la región, que se encuentra en un proceso de integración productiva.
Además, Canacero destacó la necesidad urgente de priorizar la competitividad regional frente a las amenazas globales, como el exceso de capacidad productiva de China y los países del sudeste asiático.
Estas naciones han incrementado su producción de acero a niveles que, según expertos, desestabilizan el mercado mundial. Por ello, la integración económica y la cooperación entre México y Estados Unidos deberían prevalecer sobre medidas proteccionistas que, lejos de beneficiar a las economías de ambos países, podrían terminar perjudicando la industria en su conjunto.
Con Información de Agencias