El presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a celebrar que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación haya decidido no prohibir su más reciente libro “¡Gracias!”.
Como lo hizo ayer en redes sociales tras la decisión del organismo, el mandatario señaló: “Triunfó la libertad, perdió la censura”.
Abrió la mañanera refiriéndose a la decisión: “Ayer el Tribunal Electoral resuelve que no se prohíbe el libro —que mostró en su mano derecha—. Triunfó la libertad, perdió la censura. Eso es lo que puedo comentarles”.
El pasado 27 de febrero, la abanderada de la coalición opositora, Xóchitl Gálvez, presentó ante el Instituto Nacional Electoral (INE) una queja por el libro del mandatario, al considerar que al publicarlo 20 días antes de la campaña, López Obrador “realizaba actos anticipados” porque en la obra la desacredita como candidata y “favorece” a la de su partido, Claudia Sheinbaum.
La Unidad Técnica de lo Contencioso del INE desechó esa queja, pero el magistrado del Tribunal Electoral, Reyes Rodríguez Mondragón, lo retomó y presentó un proyecto en el que propuso revocar esa decisión para confirmar si en el libro existen o no expresiones que violen la ley electoral.
Sin embargo, ayer, la Sala Superior del Tribunal Electoral, por mayoría de tres votos contra dos, rechazó el proyecto del magistrado bajo el argumento que de analizar el libro se incurriría en censura.
El jefe del Ejecutivo, también informó que mañana a su conferencia en Palacio Nacional acudirán especialistas para dar detalles del eclipse solar —que se vera de manera total en Mazatlán, Sinaloa— del próximo lunes.
“Perdió la censura; ganó la libertad”, escribió en sus redes sociales al reaccionar a la decisión que por mayoría (tres votos contra dos) tomó la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que el Instituto Nacional Electoral no indague el contenido de la obra de la obra, con el argumento que al hacerlo se incurriría en “censura previa”.
“Celebro que el día de hoy el tribunal electoral resolvió no prohibir mi libro ‘¡Gracias!’”, señaló en un video que también compartió en su cuenta de X.
En el video que posteó en sus redes, López Obrador leyó un capítulo de la historia de la relación México-Estados Unidos suscitado en la segunda década del siglo pasado, cuando el entonces Secretario de Estado, Robert Lansing escribió una carta —al parecer dirigida al presidente Thomas Woodrow Wilson, en la que decía:
“México es un país extraordinariamente fácil de dominar, porque basta con controlar a un solo hombre: el Presidente. Tenemos que abandonar la idea de poner en la presidencia mexicana a un ciudadano norteamericano, ya que esto nos llevaría otra vez a la guerra.
“La solución necesita además tiempo. Debemos abrirles a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americana, en nuestros valores y en el respeto al liderazgo de los Estados Unidos.
“México necesitará administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñarán de la Presidencia. Sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queremos y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros”.
Tras leer ese pasaje de la historia —que viene en su libro—, el jefe del Ejecutivo mexicano cerró en alusión a periodos presidenciales del pasado: “Se cumplió la profecía transitoriamente, ya no es así”.
El Instituto Nacional Electoral (INE) no indagará el contenido del más reciente libro de Andrés Manuel López Obrador – titulado ¡Gracias!- pues al hacerlo incurriría en censura previa.
Así se acordó este miércoles en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por mayoría de 3 votos contra dos, respecto a la apelación de Xóchitl Gálvez al desechamiento de su queja por parte de la Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral (UTCE) del INE.
Aunque el ponente, Reyes Rodríguez, proponía que la UTCE analizara el asunto, aun cuando solo fuera para rechazar la solicitud de Gálvez, sus colegas (Mónica Soto, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata) dijeron que hacerlo sería fincar un mal precedente. “Solo en los regímenes dictatoriales se suspenden los libros”, dijo De la Mata.
En principio, Reyes reveló que la UTCE no tuvo acceso al libro, pese a que solicitó a la editorial una copia electrónica. En ese momento le respondieron que no contaban con esa plataforma.
Es por ello que el magistrado insistía en que la UTCE debió insistir en conseguir una copia impresa del libro.
En ese contexto la Unidad desechó bajo el argumento de que la denunciante no incluyó el libro sino solo ligas de reseñas periodísticas de la obra.
Reyes Rodríguez insistió en que el fondo del análisis – para darle o no la razón a Gálvez, en el sentido de que párrafos del libro constituían en ese momento actos anticipados de campaña- correspondía a la Sala Especializada del TEPJF, mientras que conceder o no medidas cautelares tocaría a la Comisión de Quejas y Denuncias del INE.
En cambio, los magistrados que rechazaron ese procedimiento insistieron en que no toca a este Tribunal sacar del mercado un libro, más en un país con un bajo nivel de lectura per cápita.
De la Mata adujo, además, que para leer un libro se requiere de la voluntad de la persona, y su restricción sería censura.
“¿Habrá que quemar todos los libros con los que no estemos de acuerdo en su contenido? ¿Cuatro frases pueden afectar o equidad?
“Los libros no se censuran. ¿También vamos a censurar bibliotecas? ¿Vamos a quemarlas como en los años 30, como en la Alemania nazi?, “planteó De la Mata.
Tanto Janine Otalora como el ponente insistieron en que el autor es un funcionario público y debe analizarse a la luz del proceso electoral en curso.
“Estamos lejos de buscar prohibir la venta, sino que sea un órgano el que se pronuncie si partes del libro son violatorias al 134 constitucional”, añadió Otalora.
De la Mata replicó que no es un buen precedente censurar un libro, pues ¿empezaríamos con uno y seguiríamos con otros?
La presidenta del TEPJF, Mónica Soto, subrayó que no tenían el libro, así que “tratándose de derechos humanos, ante la duda, maximizar”.
Las resoluciones de la Sala Superior son definitivas e inatacables.
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