El presidente Andrés Manuel López Obrador subrayó que “urge” la reforma al Poder Judicial porque “hay mucha corrupción” en ese espacio de la Unión. “Está secuestrado tanto por la delincuencia organizada como por la delincuencia de cuello blanco, y no está al servicio del pueblo”.
Confió incluso que el septiembre, antes que acabe su administración, esta reforma pueda estar discutida y eventualmente ser aprobada.
“Creo que podría hacerlo el nuevo Congreso, en septiembre, es el mes de la patria. En septiembre podría hacerse, claro, que desde hoy, ya, es más, ya está el debate, pero hay que hacerlo público, porque ya están actuando los que no quieren la reforma. Están ya moviéndose como siempre lo hacen. Nada más que como se dice en el béisbol, los tengo bien fildeados, ya sé que no les gusta, porque son 20 paquetes de reforma, ésta es la que les da salpullido”.
Consideró que “el que nada debe nada teme”, por lo que llamó al Congreso de la Unión a citar a los foros o lo que sea necesario para iniciar el debate de la reforma constitucional para reformar el Poder Judicial, iniciativa que es una de las prioritarias para su eventual sucesora, Claudia Sheinbaum, como ella misma lo expresó ayer tras la reunión que tuvo con el mandatario.
Interrogado en la mañanera sobre esta iniciativa que envió en febrero pasado, el jefe del Ejecutivo enfatizó que son los “machuchones” quienes se oponen a esta reforma porque “no quieren que el pueblo elija a los jueces, a los magistrados, a los ministros. ¿Por qué le tienen miedo al pueblo? ¿Por qué le tienen miedo a la democracia?”.
Debido a que es a los sectores de arriba a quienes no les parece esta reforma, dijo, es que se da el nerviosismo en los mercados. Sin embargo, López Obrador aseguró que la economía nacional “está muy fuerte”.
A lo que sumó: “Entonces, ¿cuánto tiempo les va a durar estar promoviendo ese nerviosismo, en la televisión, en la radio, en las columnas de espacios financieros?”.
Destacó que si bien en estos días el peso perdió un poco frente al dólar, al colocarse esta mañana en 18.45, pese a esto, en su sexenio la moneda nacional no se ha devaluado, sino se ha fortalecido.
El tabasqueño presentó el balance de los sexenios neoliberales. De acuerdo a las cifras con Miguel de la Madrid, el peso se devaluó 4 mil 482 por ciento; con Carlos Salinas de Gortari perdió 47 por ciento; con Ernesto Zedillo, 187 por ciento; con Vicente Fox, 21 por ciento; con Felipe Calderón la devaluación fue de 26.8 por ciento; y con Enrique Peña Nieto alcanzó 56 por ciento.
En cambio, subrayó, “con nosotros no se ha depreciado el peso, se ha fortalecido, 10 por ciento” al alza en lo que va del sexenio.
“No hay problema, no hay problema. Es que ellos están pensando, están acostumbrados al chantaje: ‘No, me mantienes los privilegios porque si no, mira, va a haber fuga de capital, va a haber devaluación’. Los tenían así, temblando (…) Vamos a pasar a la historia como el gobierno que no devaluó su moneda”.
La imagen que se esperaba desde hace una semana —cuando menos— fue tomada a las puertas del Palacio Nacional de México a primera hora de la tarde del lunes. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tomados de la mano con los brazos en alto, en gesto de victoria.
Los dos líderes se reunieron por primera vez desde las elecciones del pasado 2 de junio para acordar los términos en los que se dará la transición del Gobierno, que comenzará en los próximos días y finalizará el 1 de octubre con la toma de posesión. En conferencia de prensa tras la reunión, Sheinbaum informó que impulsarán en principio tres de las reformas propuestas por López Obrador para tratar al inicio del nuevo periodo legislativo: mejorar las pensiones del sector público, la reforma de la no reelección y la judicial. Sobre esta última, han acordado que se abra un debate antes del 1 de septiembre que incluya a múltiples actores para armar una propuesta plural.
“Que lo discuta el pueblo de México”, dijo. La virtual Presidenta electa, detalló que se reunirá este martes con un equipo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y que nombrará a su Gabinete la próxima semana. “A partir de ahí ya iniciaría el proceso formal de transición”.
La presidenta electa, que ganó por más de 30 puntos en las presidenciales del 2 de junio, se espera que reciba la constancia de ganadora en los próximos días. Antes, el Instituto Nacional Electoral deberá dirimir todas las impugnaciones que se hayan hecho a los comicios. Pero la transición está en marcha ya. La reunión entre los dos políticos, a puerta cerrada, se inició en torno a las 14.30, un almuerzo cara a cara en el que comieron sopa de jitomate y pescado. Allí discutieron lo que la semana pasada puso en jaque al peso mexicano: la nueva aplastante mayoría que tiene Morena en el Congreso. A falta de tres senadores para lograr la mayoría calificada, el partido ha dicho que buscará sacar adelante el paquete de reformas que presentó el presidente en febrero, 18 constitucionales y dos simples.
Sheinbaum resaltó ayer, después de varios gestos para calmar el mercado, la fortaleza de la economía mexicana. Y relató además las peticiones que ella le ha hecho a López Obrador en la reunión: “Le planteé mi interés de que se incorporara a las 20 reformas que se enviaron algunos programas sociales que yo impulsé durante campaña”. Esas dos incorporaciones, según dijo, corresponden al apoyo económico que prometió a las mujeres de entre 60 y 64 años —que ha pedido que sea reforma constitucional—, y una beca universal para todos los niños de las escuelas públicas del país.
Con un tono mucho más conciliador que el que acostumbra López Obrador, la candidata electa explicó que se tratarán en el futuro todas las propuestas legislativas, pero iniciarán en los primeros meses con la reforma a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), para aumentar las pensiones de los trabajadores del sector; con la modificación para prohibir la reelección en el cargo; y la reforma judicial, con la que tanto insistió el presidente. Sobre esto, Sheinbaum pidió al presidente que se abriera un diálogo con las barras de abogados, las facultades de derecho, los ministros y trabajadores del Poder Judicial, entre otros. “Que se haga una discusión muy amplia en todo el país”, ha dicho, “[López Obrador] estuvo de acuerdo en este planteamiento que le hice y tiene que hacerse previo al inicio de la apertura de sesiones en septiembre”.
Las discusiones tendrán que ser organizadas, según lo explicado, en los próximos meses, para llegar a tiempo a tratarlas en la nueva Legislatura, antes de que salga López Obrador del cargo. Sheinbaum defendió la necesidad de un amplio debate bajo la idea de que mucha gente no termina de entender cómo funciona el Poder Judicial. “Que se conozca la reforma, y que se discuta sobre el tema, siempre ayuda este diálogo”, apuntó. Frente al pedido de los trabajadores del sistema judicial de ser escuchados, Sheinbaum prometió que va a recibirlos.
“Un buen consejo”, había dicho por la mañana López Obrador en relación a aquellos que formarán parte del próximo Ejecutivo, es que “si van a hacerse cargo de un gobierno, a ver, cómo vamos a trabajar, el plan, qué vamos a hacer, con cuántos recursos contamos, cuáles van a ser las prioridades”. El presidente había asegurado horas antes del encuentro que no presionaría a Sheinbaum con la aplicación del Plan C, la mayoría en el Congreso, para aprobar el paquete de reformas. “No, porque yo respeto mucho a Claudia y le tengo mucha confianza”, señaló. Tras la reunión, el mandatario publicó en redes sociales una foto junto a ella, con el siguiente mensaje: “Fue muy interesante y emotivo conversar con la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Somos amigos y junto a millones de compañeras y compañeros, desde abajo y entre todos, iniciamos la Cuarta Transformación en bien de nuestro amado pueblo”.
Sheinbaum designó como su coordinador de transición a Juan Ramón de la Fuente. Fuera de ese nombre, no se ha barajado a nadie más hasta el momento como miembro de los equipos de transición. Consultado sobre el tema, López Obrador dijo que se darán a conocer el martes o el miércoles. El presidente explicó además que invitaría a la virtual presidenta electa a recorrer el país, viajes donde quiere mostrarle sus grandes obras, como el Tren Maya o el Tren Interoceánico. “La voy a invitar para ir juntos, no se va a poder a todo el país, pero a algunas regiones, a ver si su agenda lo permite porque tiene ella mucho trabajo; la conozco y sé que está ocupada haciendo ya sus planes, y eso es muy bueno”, apuntó. La presidenta electa confirmó que irá a los viajes. “Quedamos en revisarlo para poder acompañarlo en las distintas giras”, dijo.
Los primeros pasos de Sheinbaum en el poder estarán bajo la lupa principalmente por las especulaciones que recaen sobre la verdadera salida de López Obrador. Múltiples voces temen que el presidente, que ha dicho que se retirará, no quiera finalmente hacerlo. Este lunes, el mandatario ha dado detalles de lo que piensa hacer a partir del 1 de octubre. “Debo entregar la banda y adiós, yo me jubilo. Y nunca he actuado de manera inconsecuente, nunca, siempre lo que digo, lo sostengo, cumplo mis compromisos. Además, ya termino mi ciclo”, afirmó. Y luego agregó que cerrará sus redes sociales, no dará conferencias de prensa, y evitará recibir a políticos y ciudadanos en su casa. Usará el tiempo, unos tres o cuatro años, para escribir una investigación, explicó. Aunque no dio mayores detalles, en otras ocasiones ha señalado que será sobre el pensamiento conservador.
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