Corre la Voz Columna de Jorge Castro para Turquesa News
Como si no fuera suficiente el clima enrarecido por la violencia en el proceso electoral de Quintana Roo, particularmente en Puerto Morelos, Cancún, Cozumel y Tulum, cuatro destinos turísticos que se han convertido en suculentos botines para grupos perversos incrustados en la política y en donde a sangre y fuego se están disputando el poder, amedrentando a contrincantes y eliminando a adversarios estorbosos, ahora tenemos que cargar, los electores, con la vergonzosa actitud de ciertos candidatos que no sólo abonan al tremendo caos que genera la proliferación de partidos insignificantes que sólo son rémoras voraces de nuestro sistema electoral mexicano, sino también ahondan el desprestigio hacia los institutos políticos y la desconfianza que ya de por sí hay hacia las elecciones.
Primero fue, la semana antepasada, Luis Roldán Carrillo, candidato del Partido Encuentro Solidario a la Presidencia Municipal de Solidaridad, quien en pleno debate de aspirantes tiró la toalla del partido que lo cobijó y se le puso de tapete a la alcaldesa en vías de reelección, Laura Beristain, a quien, dijo, le “transfería todo su capital político”. No sabemos a cuál capital se refería el veleta Roldán, pues en todas las encuestas ocupaba el sótano de las preferencias y parece que ni en su calle votarían por él.
Ahora, repite el ignominioso numerito Carlos Balmaceda, del partido Redes Sociales Progresistas, quien también en el cabús del tren electoral por la Alcaldía de Cancún anunció hoy su declinación en el proceso y adhesión al proyecto de la también candidata-alcaldesa Mara Lezama, según porque se dio cuenta que los números “no le favorecían” y que por eso mejor se le arrimaba a Mara. Si no fuera cierto que lo dijo, hubiera parecido chiste. ¿En verdad creía Balmaceda, como en su momento Roldán, que acarrearían multitudes hacia sus candidaturas y que representarían un auténtico contrapeso a las poderosas alianzas que gobiernan, dominan y se reparten el pastel?
La democracia en México no sólo es la más cara del mundo, sino la más compleja, complicada y vulnerable a fraudes electorales. Año con año se destinan miles de millones de pesos para organizar y vigilar las elecciones, pero también para mantener el oneroso aparato partidista que año con año también, engorda con la creación de partiditos insignificantes que por sí solos no logran nada y terminan sobreviviendo como garrapatas de los “grandes” o buscando a través de candidatos fraudulentos como Roldán y Balmaceda, mantener de menos su registro. Y bueno, ya no digamos que vinculada a uno de ellos, el PES, resultó implicada la hermana de la candidata de este instituto político, como asesina intelectual de Ignacio Sánchez Cordero, el malogrado aspirante por Puerto Morelos.
Si los quintanarroenses queremos sanear este podrido sistema que se mueve a conveniencia de líderes políticos y de los poderosos intereses que se disputan entre ellos con este tipo de burlas y, peor aún, ahora hasta con el uso de la violencia como recursos, debemos pugnar porque la autoridad electoral brinde mayor respeto y credibilidad a nuestro sistema electoral, pues la proliferación de instituciones vacías y postulantes huecos, sólo alientan la incertidumbre, el temor y sobre todo, un despilfarro de recursos públicos que, la verdad, sería más justo invertirlos en mejores cosas. El 6 de junio, expresemos nuestra exigencia en las urnas.
Gracias. Soy Jorge Castro y este es mi comentario editorial para Informativo Turquesa.
Esta entrada fue modificada por última vez en sábado, 4 de diciembre, 2021
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