Mañana será el Quinto Informe del gobernador Carlos Joaquín González. El Congreso recibirá el documento oficial. Es un momento importante, porque la clase política espera escuchar, más allá del balance de trabajo de cinco años, un mensaje político que marque la antesala del año 2022 y la sucesión.
Por tradición, el Quinto Informe de gobierno siempre fue considerado el banderazo de salida para lo que se ha dado en llamar “la madre de todas las batallas”, solo que la liturgia, ese ritual con actos, fechas y reglas, parece estar en desuso.
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La oportunidad de poner en palabras el rumbo de la sucesión, de mostrarnos su visión de lo que este último año podría ser y significar está dada para el gobernador en la máxima tribuna parlamentaria del estado.
Podremos oír un discurso profundo, definitorio en lo político? Tendremos que esperar a mañana para saberlo. De todos modos, habrá un segundo mensaje por el informe la próxima semana el martes 14, aunque podría ser más enfocado a la ciudadanía. El acto político es en el Congreso este jueves 9.
Algunos dicen que la batalla comenzó desde el año pasado y que, en realidad, ninguna, ninguno, de las y los aspirantes ha esperado los tiempos y que no se han dado ni un minuto de tregua, mucho menos han pensado en respetar la figura gobernante que piensan suceder.
Usualmente, luego del Quinto Informe iniciaba también una serie de nombramientos en lugares claves de la administración pública que contribuían a una transición suave, adelantada.
Entraban a puestos estratégicos no muy visibles, funcionarios afines a quien sería el sucesor para apuntalar desde allí la campaña futura y allanar el camino con apoyos oficiales que ningún otro contendiente podría tener. ¿Es algo que está ocurriendo ya o podría estarse dando en los siguientes meses?
Dicen que todas esas maneras han quedado atrás. Que es otro tiempo y hay otra forma de hacer política. Observemos.
Sea como sea, sin lugar a dudas, veremos intensificarse la “guerra de guerrillas”, en la que el problema principal es que, con el manejo de los partidos solo como siglas para competir, ya no se sabe dónde termina un grupo y donde empieza otro.
La clase política quintanarroense parece seguir siendo una sola, con figuras poderosas no visibles al ciudadano común, que tienen diferentes fichas en la contienda sucesoria, todos trabajando por la supervivencia de sus intereses.
Los próximos cinco meses, hasta que haya candidata, candidato, en febrero, serán sumamente interesantes.
Esta entrada fue modificada por última vez en miércoles, 8 de septiembre, 2021
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