Estoy triste. Todo fue de golpe y la noticia aún no la digiero. Duele saber que uno de tus hijos prodigios se ha ido.
Para aquellos que te tomamos como religión sin importar condición, peso o talento, es frustrante saber que él ya no esta.
El tiempo de Kobe fue el de transición. El del cambio drástico. Y él se encargo de poner todas las situaciones en su lugar.
Y es que Kobe irrumpió la linea del tiempo…
Para más de dos generaciones que dejaron de ver a Jordan, tuvieron el privilegio de no ver caer la liga de sus niveles superlativos, de los duelos de mejores Vs. mejores…
Kobe vivió en dos tiempos. El 8 cuando aún se buscaba competir y no sumar con los mejores exponentes de la liga.
Ese tiempo era el de demostrar la traducción de liderazgo.
Y el 24 que vio cómo los mejores decidieron ir con mejores para poder ganar y no competir…
Para muchos queda como el segundo. Para otros fue el icono a seguir para dejar irse al primero.
Al final, no dejó dudas de que pertenecía a ese núcleo que cambia historias… motiva sueños… y define tiempos…