Gregorio Hernández Hernández, hablando por los ocho operadores que prestan servicio en las combis de la ruta de transporte público b, pode que les arreglen los siete kilómetros de un camino no feo, sino feísimo, dice, que comprende la ruta en la que se presta servicio a miles de habitantes de varias colonias, asentamientos irregulares donde la gran mayoría de sus habitantes trabajan en la industria turística y batallan para trasladarse por este camino lleno de grandes hoyos que hacen que los accidentes incluso algunos de ellos fatales, sean ya el pan de cada día.
«El camino está feísimo, tiene muchos huecos, de echo ha habido muchos accidentes ahí, llegan y tiran escombro, viene la moto y se suben y no se dan cuenta, uno han muerto, apenas hace cinco días uno se rompió el brazo, antier se cayó otro en moto y salió golpeado».
El entrevistado indicó que las promesas de arreglarles este dañado acceso a estas colonias ubicadas al norponiente de la ciudad lleva años sin cumplirse, lo que además de dañar regularmente sus unidades, también vuelve esta ruta un peligro para operadores y usuarios, trabajadores y estudiantes que deben salir diariamente a trabajar.
Comenta que incluso algunos de sus compañeros ya han sido objeto de robos.
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