Por Alberto Barrios
Radar Peninsular
Más allá de la Inseguridad y el sargazo, Cancún y Riviera Maya enfrentan la competencia de nuevos actores: Airbnb y la sustentabilidad.
En 2017, en Quintana Roo se recibieron 16 millones 911 mil 163 visitantes, un incremento de 5.3 por ciento en comparación con el año anterior, una derrama económica de ocho mil 810.38 millones de dólares, un crecimiento de apenas 2.4 por ciento. La tendencia en el 2018 es similar, con un añadido: el descenso del turismo de alto poder adquisitivo se acentúa por la inseguridad, el mal manejo de los recursos naturales y el impacto negativo del sargazo.
Lo anterior significa que con más turismo pero menor derrama económica, lejano en el tiempo va quedando la sofisticada imagen que durante las primeras dos décadas identificó a Cancún y a la Riviera Maya en el escenario internacional; ahora se acerca más al peyorativo término de “acapulquización”, que refiere la masificación del destino y el deterioro de su imagen.
Aunque muchos y variados son los factores que han contribuido a este fenómeno ya previsto por analistas y empresarios que lo consideran normal en un proceso de éxito y declive, aún no se encuentran la fórmula para revertirlo y evitar que se acentúe el hundimiento en la imagen del destino ante el cúmulo de factores negativos, como la inseguridad y el sargazo.
El tema no es nuevo; el profesor británico Richard Butler, especialista en capacitación y sostenibilidad, reconocido por la Organización Mundial del Turismo (OMT), formuló en los años ochenta la teoría de los Ciclos de Evolución del Destino Turístico y desde entonces se ha tomado como referencia para analizar los momentos que atraviesan diversos destinos turísticos que suelen enfrentar la opción de hundirse o renovarse en la etapa crítica de la masificación turística.
En Cancún, Abelardo Vara Rivera, del grupo hotelero OMNI, presidente durante cinco ocasiones de la Asociación de Hoteles, difundió a principios del 2000, uno de los documentos elaborado por el doctor Richard Butler; eran los tiempos de notable bonanza, cuando el destino se había consolidado como el centro turístico de playa más importante del país y como el sexto a nivel mundial, por el número de visitantes.
La inseguridad apenas era visible. El asesinato del narcotraficante Rafael Aguilar Guajardo, en 1993, había sido lo más trascendental y el sargazo era una palabra inexistente en el léxico turístico.
CASI 20 AÑOS DESPUÉS, EL ESCENARIO ES DIFERENTE
El ciclo de evolución que viven Cancún y la Riviera Maya tienen sus singularidades; prosiguen las inversiones, la ocupación hotelera ha aumentado con turistas de menor poder adquisitivo, pero la violencia es brutal como consecuencia del consumo de drogas y la extorsión a los negocios.
Apenas la semana pasada, el Gobierno Federal envió un nutrido contingente de federales y militares, cuya presencia no es garantía de que se revierta esta condición como lo ha demostrado el caso Acapulco, en donde pese a la presencia de soldados y agentes, se mantienen sangrientos enfrentamientos entre integrantes del crimen organizado.
Un factor predominante en el análisis del ciclo de vida de Cancún y la Riviera Maya fue la aparición del Todo Incluido como esquema de comercialización.
Para sectores como el restaurantero, este modo de comercialización ha sido determinante en la caída del destino por el impacto negativo que tiene en el sector, pero otros analistas consideran que no se puede ir en contra de una tendencia internacional del mercado turístico, además de que la oferta del Todo Incluido maneja componentes de alta calidad en hospedaje, gastronomía y servicio, contrario a la creencia que se ha difundido.
Más recientemente, el ingreso de plataformas digitales como Airbnb, enfocadas a la reserva y comercialización de espacios habitacionales no hoteleros, ha introducido un nuevo elemento de inestabilidad para la industria hotelera con impactos aún no lo suficientemente claros en la economía local.
A lo anterior hay que sumarle los impactos negativos en los recursos naturales en la Zona Norte y el deterioro del tejido social como consecuencias directas del negocio turístico, lo que a su vez ahuyenta a los visitantes que en todos sus niveles trata de conocer lugares en donde la sustentabilidad sea la norma, como es el caso de Costa Rica.
ESPERAN MEJOR TEMPORADA EN DICIEMBRE
Y aunque, recientemente, el director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, Darío Flota Ocampo, reconoció que como consecuencia de la inseguridad y el sargazo, se tiene una baja en las reservaciones, también externó su esperanza en que conforme se acerque la temporada vacacional de diciembre y fin de año, la tendencia se revierta.
Sin embargo, hay que recordar que estadounidenses y europeos suelen planificar con meses de anticipación sus vacaciones y que el fondo del problema es más complicado que la inseguridad y el sargazo, que son factores sumados, un entramado en el que confluyen también la aparición de destinos más sustentables y el agotamiento del modelo de negocio turístico centrado en sol y playa.
“Como consecuencia de la inseguridad y el sargazo, se tiene una baja en las reservaciones, aunque confiamos en que conforme se acerque la temporada vacacional de diciembre y fin de año, la tendencia se revierta”.
Darío Flota Ocampo,
Director del Consejo de Promoción Turística de Q. Roo
CIFRAS PREOCUPANTES
2017
16 millones
911 mil 163 visitantes llegaron a Quintana Roo
5.3%
más que en 2016
8 mil
810.38 millones de dólares, la derrama económica
2.4%
el crecimiento
En los últimos años, la violencia se ha incrementado de manera brutal como consecuencia del consumo de drogas y la extorsión a los negocios.
El impacto de este fenómeno en las otrora blancas playas caribeñas, ha incidido en la cancelación de reservaciones en los últimos meses.
Desde su aparición, sectores como el de servicios y restauranteros, han visto mermados sus ingresos de manera significativa.
AIRBNB
La aparición de nuevas opciones de hospedaje en las nuevas plataformas digitales, es el nuevo “dolor de cabeza” de los hoteleros tradicionales.
La presión para atender el problema del sargazo en las costas de Quintana Roo, llegó a la Cámara de Diputados el pasado 9 de octubre.
Fue el diputado federal por la tercera circunscripción, Luis Alegre Salazar, quien al hacer uso de la tribuna, hizo un exhorto a las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y al Comité Técnico del Fideicomiso de Fondo de Desastres Naturales (Fonden), para que liberen los recursos y se atienda de manera inmediata el problema de arribo masivo de sargazo a las playas de Quintana Roo.
El legislador federal, quien preside la Comisión de Turismo en la Cámara de Diputados, consideró que el arribo masivo de esta alga marina, la cual se ha convertido en una especie invasiva y una plaga que debe erradicarse, no solo está dañando la economía nacional, al turismo y la imagen internacional de los destinos turístico de la Zona Norte de Quintana Roo, sino que afecta lo más importante que tiene esta región: su ecosistema.
“Se exhorta a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y al Fonden, atender y apoyar las iniciativas y peticiones de recursos que se presenten, para la atención de la contingencia ambiental y ecológica (por la presencia de sargazo) que ha venido afectado las costas del Caribe Mexicano”, enfatizó Luis Alegre Salazar.
Esta entrada fue modificada por última vez en martes, 1 de junio, 2021
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