En el pasado, el personal militar privilegió su función para protagonizar la guerra, pero a partir del 1 de diciembre de 2018, en México habrá un cambio con la puesta en marcha de una institución militar de élite constituida para mantener la paz, en un país cuyo contexto social permanece incrédulo ante los cuerpos de seguridad en todas las entidades y ciudades turísticas, como Cancún, en Quintana Roo que en estos 11 meses del año suma 496 ejecuciones, con meses violentos como abril, julio y agosto cuando se registraron 60, 59 y 66 homicidios dolosos, respectivamente.
El 20 de noviembre de 2018, la bancada del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa que reforma 13 artículos de la Constitución para crear la Guardia Nacional a partir del primero de diciembre, esto luego del anuncio hecho por el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, el pasado 15 de noviembre, en su Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, un proyecto criticado y rechazado por diversas organizaciones sociales.
Correspondió a María Guillermina Alvarado Moreno, la diputada morenista por el Distrito II de Nuevo León –entidad que al onceavo mes de 2018 suma 536 homicidios y 34 feminicidios, señalar: “Quienes formen parte de esta nueva institución recibirán formación y adiestramiento con nuevas prácticas que incluyan la enseñanza de procedimientos policiales, derecho penal, derechos humanos, perspectiva de género, primeros auxilios, protección civil y utilización de tecnología para mejorar su desempeño”.
Mario Delgado.
Contra la avalancha de cuestionamientos y rechazo, el líder del grupo parlamentario de Morena, Mario Delgado Carrillo rechazó que con esta Guardia Nacional se militarice el país, se trata de una desmilitarización, abundó. “Porque al crear la Guardia Nacional como un cuerpo específico para atender la seguridad pública, con una ley orgánica específica que regulará el uso de la fuerza, protegerá los derechos humanos y permitirá la profesionalización en materia de seguridad pública, permitirá entonces que el Ejército se dedique a lo que señala exclusivamente la Constitución”, explicó.
Alejandro Hope.
Alejandro Hope, analista de seguridad nacional, detalla méritos e insuficiencias de la estrategia de seguridad del próximo gobierno de la república.
Tres veces se pospuso el Plan Nacional de Paz y Seguridad. Lo había anunciado el presidente electo, que se daría a conocer antes del fin de octubre. Primero a mediados de octubre, luego que a finales; cancelaron algunos foros de pacificación para supuestamente acabar de compilar las conclusiones e incorporarlas al plan estratégico.
Llegó octubre, finalizó, no se presentó nada dijo que sería la siguiente semana de noviembre y de nuevo se volvió a posponer y ahora se presentó el 15 de noviembre.
Ya sabemos que se va a crear una gran Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Ya está en la propuesta de Ley Orgánica Federal. Esta secretaría va a agrupar todas las funciones que tenían Gobernación y otras. El Cisen se va llamar ahora Centro Nacional de Inteligencia que es el mismo nombre que tiene la institución homóloga en España y se va para allá también la Coordinación Nacional de Protección Civil. También se va para allá el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública federal. En total, todo lo que se va equivale al 90 por ciento del presupuesto de Gobernación.
Vigilancia permanente, hasta restablecer la paz.
De aparador, la parte sustantiva que le quedará es la política migratoria. La parte sustantiva que le quedará es el Instituto Nacional de Migración y los temas de derechos humanos. Eso da la aritmética política.
Alfonso Durazo.
Cuando Genaro García Luna deja la Secretaría de Seguridad Pública en 2012, el presupuesto era 40 mil millones de pesos, la que va heredar Alfonso Durazo va tener un presupuesto de 60 mil millones de pesos.
Cuando deciden fusionar Gobernación y Seguridad Pública en 2012, se buscaba resolver un problema de coordinación inter-agencial, intergubernamental. Supuestamente, Gobernación no tenía facultades para inhibir a gobernadores, se necesitaba tener ese brazo.
Lo que acabó sucediendo es que el aparato de seguridad quedó sin gobierno, se le acaba encomendando estas funciones al comisionado Nacional de Seguridad que no tiene las facultades reales y formales para gobernar esto.
Por ejemplo, el presupuesto, la nómina, no lo controlaba el comisionado, lo controlaba el Oficial Mayor de Gobernación. Los nombramientos de los titulares los controlaba el Secretario y se politizó la seguridad, porque el secretario aspiraba a ser presidente.
Había dos maneras de resolver eso: la primera era regresar al diseño de 2012, que era tener una Secretaría especializada en materia. Relativamente acotada, pero importante especializada en esos ámbitos y la segunda, era crear una suerte de Ministerio del Interior en el modelo europeo donde pusieran todas las funciones, incluyendo el Cisen pero sacando los temas de interlocución política, social y mandarlos a presidencia y los temas regulatorios.
Se recreó el gigantismo de la Secretaría de Gobernación en otra dependencia.
El presidente habló de un programa de regionalización en 265 regiones, no sabemos cómo llegaron a ese número, que criterio de regionalización si es poblacional, superficie, si es flagrancia delictiva. En lo cual se le dedicaría entre 300 y 600 elementos federales entendidos como soldados y marinos; si son 265 regiones y va haber un promedio de 450 elementos federales en cada una de éstas, eso da casi 120 mil elementos.
La Policía Federal tiene 24 mil elementos operativos, tiene 37 mil elementos en total. Quítale a 120 mil 24 de Policía Federal, son 96 mil desplegados en 2017, un punto alto de la militarización de seguridad pública: 52 mil elementos de Sedena requeriría 40 mil elementos militares adicionales. Sí los tiene Ejército y Marina, pero descobijas Protección Civil, resguardo de instalaciones estratégicas. Ha dicho la contratación pero no se da de la noche a la mañana.
Tal como está en el texto constitucional es una reserva militar bajo el mando de los gobernadores. Es un poco como funciona en Estados Unidos pero no es seguridad pública sino para garantizar el orden público, anti disturbios. Es un órgano militarizado que forma parte del Estado de Fuerza.
Eso yo creo no es lo que propone Obrador, al menos lo que dijo en campaña cambiar el nombre a todo y meter ahí al Ejercito y Marina. Esto tiene problemas administrativos, legales, constitucionales, salariales, un policía federal no gana lo mismo que un marino o un soldado, los escalafones no son iguales y ni el rango.
Esto va a ser Gendarmería 2.0. La idea original de Gendarmería en 2012 era crear una corporación fuerza intermedia de origen militar con funciones policiales y bajo mando civil como la Gendarmería en Francia; la propuesta de Enrique Peña Nieto topa con dos razones: el Ejército le dice te damos a la tropa, pero no las plazas, es decir, nos compensas presupuestalmente.
Y la segunda, es que si sacas a estos elementos ya no están cubiertos por el régimen de seguridad social de fuerzas armadas, se van al ISSSTE y es mucho menos generoso el paquete de beneficios sociales que tienen fuera que dentro. Eso fue lo que pasó en Quintana Roo y en al menos 12 estados más.
Hay que empezar a pedacear el problema: no hay un problema de seguridad como no hay un problema económico. Hay diversos. En vez de tener una estrategia en glorioso singular tener varias para atender problemas puntuales, por ejemplo, el homicidio, el robo de combustible, narcomenudeo, “lavado de dinero”.
Empezar no presentando una Supersecretaría sino buscar una más segmentada. Múltiples estrategias específicas, puntuales para atender los problemas.
Marko Cortés.
Marko Cortés, dirigente nacional del Partido Acción Nacional (PAN), expresó que la propuesta está militarizando la seguridad en México. Miguel Ángel Mancera, coordinador de senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sostuvo que es un riesgo de militarización. Miguel Ángel Osorio Chong, coordinador de senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), dijo que es olvidarse de lo que dijo en campaña, lo que se expresó por 18 años y ahora cambiar declarando que ha encontrado circunstancias más graves de lo que se le había planteado.
El presidente electo López Obrador negó militarizar el país. Dijo que hay dos elementos: primero, se trata de una Guardia Nacional para la seguridad pública que va ser formada en el respeto de los derechos humanos. Segundo, privilegiará la aplicación de protocolos para el uso de la fuerza.
Recordó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene un Ejército de paz. “Que, nosotros no podamos crear apoyándonos en la institución que es el Ejército, que es la Marina, una policía para que esta Guardia Nacional se ocupe de la seguridad de los ciudadanos. ¡No es posible que tengamos 230 mil soldados y te asalten frente a un cuartel militar y legalmente no puedan intervenir los soldados para defenderte, porque no hay un marco legal”, aseguró.
A la salida del sexenio de Enrique Peña Nieto hay 125 mil muertos en el país y en 10 meses de 2018 más de 24 mil homicidios dolosos a nivel nacional. La Guardia Nacional tendrá como base a las policías Militar, Naval y Federal, y quedará al mando de la Sedena a partir del 1 de diciembre.
Más de 500 organizaciones y activistas como Causa en Común, A.C., #FiscalíaQueSirva y el Instituto Mexicano para la Competitividad, consideraron que una Guardia Nacional representa una falsa salida a la crisis de inseguridad.
López Obrador argumentó que defiende la Guardia Nacional porque las Fuerzas Armadas se tienen que unir, porque ya no hay cómo enfrentar el problema de seguridad y porque confía en el Ejército y la Marina.
El 9 de octubre de 2018, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín, descartó que con la llegada de tres mil 200 elementos de la Sedena, los destinos turísticos y el estado se vayan a militarizar. Por el contrario, indicó, la presencia de los militares servirá para coadyuvar con las tareas de seguridad, que son responsabilidad del Poder Ejecutivo.
Resaltó que el proyecto de la Ciudad Militar de Cancún, que ya tiene casi dos años, este martes 9 de octubre se convierte en una realidad. Dijo que confía en que con el trabajo coordinado de todas las corporaciones, se regresará la tranquilidad a la sociedad quintanarroense y muy en especial a Cancún.
“No se va a militarizar”, reiteró el gobernador. “Tenemos una gran necesidad de coordinarnos con todas las fuerzas que operan por el bien de la justicia y la seguridad en México. Estamos trabajando juntos, este es un proyecto que la Secretaría de la Defensa tiene y vienen a trabajar en conjunto”, explicó, entrevistado en el marco del magno desfile militar.
El Gobierno del Estado donó un predio ubicado en los límites de los municipios de Isla Mujeres y Benito Juárez, donde se construyó, con una inversión superior a 600 millones de pesos, la llamada Ciudad Militar, en la que habitarán tres mil 200 elementos y sus familias.
– Estará integrada por elementos de las Policías Militar, Naval y Federal.
– Su función será la de participar en la salvaguarda de la libertad, la vida, la integridad y el pleno ejercicio de los derechos de las personas y sus bienes.
– También deberá preservar el orden y la paz pública, los bienes y recursos de la Nación.
– En delitos federales, la Guardia Nacional podrá ser auxiliar del Ministerio Público, pero bajo ninguna circunstancia un detenido podrá ser trasladado, ni resguardado en instalaciones militares.
– Las faltas y delitos cometidos por los integrantes de la Guardia Nacional serán conocidos por la autoridad civil.
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