“Cuando no se hace el correcto tratamiento de este sargazo, que es lo que ha estado ocurriendo mucho en Quintana Roo, es que se lleva y se pone en montañas en sascaberas o en la selva, qué pasa con esto, que cuando el sargazo se descompone produce lixiviados que son líquidos que van a permear en el manto freático”.
Así lo dio a conocer el presidente del Circulo Espeleológico del Mayab, Roberto Rojo, quien dijo que el hecho de llevarlo de la playa como lo llevan “arrastra una gran cantidad de arena” que contribuye al problema de erosión” y una vez retirado de la costa lo amontonan, ya sea en el relleno sanitario o en terrenos baldíos, convirtiéndolo en un foco de contaminación al manto freático.
Luego de los estudios que se han realizado ya se sabe que el sargazo contiene pequeñas cantidades de arsénico, que al multiplicarse por miles de toneladas, señaló, dejarán una importante huella ambiental en las aguas de Quintana Roo.
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“Algo que se sabe del sargazo es que contiene pequeñas cantidades de arsénico y cuando es poco no es peligroso, pero cuando es una gran cantidad muy grande, imagínense todo este arsénico entrando al acuífero, que es el agua que tomamos, que tomarán nuestros animales y que finalmente llegará al mar”.
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