Creo que la visita a Cancún del presidente AMLO de este lunes dejó varios mensajes o señales interesantes para analizar.
La primera es la elección de Cancún como primer destino de sus giras post cuarentena.
Creo que Cancún engloba varias cosas que parece que el Presidente nos quiso decir.
Por un lado, lo más básico, que vino a darle banderazo a uno de sus proyectos estrellas, el Tren Maya, que espera sea uno de los emblemas de su sexenio, y que tendrá en Cancún su principal punto de movilidad.
Por otro lado, llega en el momento y al lugar exacto para refrendar una decisión política que el Presidente ha tomado, y es la vuelta paulatina a la actividad económica, más allá de que la pandemia del Covid 19 parece estar muy lejos de haber sido domada.
Mesa Chica: Los mensajes de la visita de AMLO a Quintana Roo
Se trata de una decisión política fuerte y arriesgada, pero es muy claro que el presidente comienza a ver que la crisis económica está superando en peligro a la pandemia.
Y creo que la elección de Cancún, en ese sentido, no es arbitraria, porque se trata del mayor centro turístico nacional, y de un lugar en donde se está tomando una medida similar.
Recordemos que en el caso de Quintana Roo, el gobernador Carlos Joaquín tomó la decisión de incluir al turismo entre las actividades esenciales para poder reabrir con semáforo rojo o naranja.
En el fondo la idea es la misma que la que tiene el Presidente: la actividad económica debe ponerse en marcha, porque el parate económico ya es intolerable socialmente.
Y lo dijo específicamente López Obrador durante la conferencia de prensa mañanera de ayer en Cancún:
“Ya se necesita ir a la normalidad, porque esta es una zona turística, la mas importante del país, que da ocupación a mucha gente”, dijo.
Por último, la visita del Presidente también tuvo su costado político.
Hay que entender que la visita es a un estado gobernado por alguien ligado al PAN, que de hecho forma parte de la Asociación de Gobernadores de ese partido.
Esa Asociación ha sido muy crítica con el Presidente por la pandemia, e incluso varios de sus integrantes pidieron que no se realice la obra del Tren Maya en este momento.
Carlos Joaquín en ese sentido ha sabido hacer oír sus puntos de vista con respecto a diferencias que tiene con el Presidente en el manejo de la pandemia, pero ha tenido el buen tino de no inmiscuirse en la guerra política que se dio alrededor del tema.
Quizá por eso, fue tan evidente el cruce de elogios entre el gobernador y el Presidente en el evento del banderazo del Tren Maya.
El gobernador le dio un fuerte respaldo al proyecto, del cual dijo que “representa un nuevo paradigma de integración económica, desarrollo regional y equidad social”.
Y minutos después el presidente, elogió el trabajo del gobernador, y la relación política entre ambos.
Dijo:
“Es un gobernador responsable, progresista, y puedo decir honesto, y eso es muy favorable para Quintana Roo”.
Habrá que ver cuál es el efecto real de esas palabras en las necesidades que Quintana Roo tiene, y hasta cuándo dura esa buena relación. Pero por lo pronto esta visita del Presidente nos dejó ver que la relación política entre ambos esta en un buen momento, y ojalá pudiera rendir frutos para el estado en este momento de crisis.
Hugo Martoccia