Romería: Las marchas, feminicidios y renuncias.
Cancún y Quintana Roo ha sido noticia nacional e internacional y no precisamente por sus bellas playas y aguas color turquesa, sino por la represión a una marcha de colectivos feministas que exigían esclarecer las muertes de mujeres en la entidad; es decir, los feminicidios.
Los colectivos feministas se manifestaron frente a la Fiscalía General del Estado, causaron destrozos y posteriormente marcharon al Palacio Municipal de Cancún donde se repitió la dosis.
Pero aquí la situación cambió, la Policía entró y a punta de pistola dispersó a los manifestantes con saldo de activistas y periodistas lesionados, algunos incluso de bala, cuyas imágenes han dado vuelta al mundo.
Las investigaciones sobre quien dio la orden para tal acción, las realizan las autoridades estatales, y ya tenemos las salidas del director de Seguridad Pública de Benito Juárez y la separación del cargo de Alberto Capella, Sscretario de seguridad Pública en el estado.
Pero el asunto va más allá, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado, en lo que va del año se han registrado doce feminicidios; sin embargo, el Sistema Nacional de Seguridad Pública registra 51.
De estos feminicidios, el más reciente, el de “Alexis” cuyo cuerpo fue encontrado en bolsas, avivó la inconformidad dormida en Cancún, donde el asesinato de mujeres no para, todo lo contrario, aumenta la brutalidad de los mismos.
Los colectivos feministas, familiares y amigos alzaron la voz para pedir ni una muerta más, ni una desaparecida más, cuyo incremento de casos se presentó desde el gobierno de Roberto Borge.
En octubre del 2015, el cuerpo de una estudiante de la Universidad del Caribe, de 19 años de edad, fue encontrado en un área verde de la Región 217, en ese entonces, el crimen generó también marchas y manifestaciones de los colectivos de la ciudad.
Debido a tantos asesinatos de mujeres, Quintana Roo fue marcado con una alerta de género para los municipios de Benito Juárez, Cozumel y Solidaridad, la cual continúa por los hechos violentos en contra de las mujeres.
La diferencia de ese entonces a la actualidad, es que el pasado gobierno tenía vetada la palabra feminicidio, los asesinatos de mujeres por cuestión de género eran catalogados como un homicidio más.
Ahora, las autoridades se comprometen a combatir tales conductas, se reforman leyes para castigar con penas más severas a los perpetradores de ese tipo de delitos; sin embargo, falta aún para ver los resultados. Hasta la próxima.
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