Cancún, Quintana Roo.- Con la celebración del Domingo de Ramos, que rememora la entrada triunfal de Jesús a la ciudad de Jerusalén, previo a su pasión y muerte, iniciaron este domingo las celebraciones con motivo de la Semana Santa en Quintana Roo.
En todo el estado, como en gran parte del mundo, el Mesías fue vitoreado por cientos de personas en la llamada “Procesión de Palmas” antes de su pasión y muerte.
Como marca la tradición católica, los clérigos bendicen las tradicionales palmitas a los feligreses como una señal de participación de la procesión de Cristo hacia la muerte para salvación de los hombres.
Al paso de los sacerdotes reciben el rocío del agua y una vez benditas serán colocadas detrás de las puertas, altares o en cualquier espacio para protección de la familia, la casa o el negocio.
En la iglesia de Cristo Rey, en el Parque de Las Palapas, decenas de feligreses participaron en la recreación de la entrada triunfal al Templo de Jerusalén.
El padre José Antonio Blanco Ortega agradeció a los asistentes por su presencia y los invitó a vivir con pasión, entrega y fervor estas fiestas.
El párroco bendijo las palmas que los feligreses llevaron o adquirieron en la propia iglesia.
El padre dijo que la iglesia Cristo Rey espera recibir a unos siete u ocho mil creyentes en Semana Santa.
En la Catedral de la Santísima Trinidad, el obispo de la prelatura Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, llamó a la feligresía a arrepentirse de corazón, para que el sacrificio que Jesús hizo por el hombre no sea en vano.
Con el Domingo de Ramos comienza la Semana Santa. En esta ocasión se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías.
Las ceremonias principales del día son la bendición de las palmas, la procesión, la misa y la lectura del relato de la pasión durante la Eucaristía.
Además, se entrecruzan las dos tradiciones litúrgicas que han dado origen a esta celebración: la de Jerusalén y la de Roma.
En la tradición litúrgica de Jerusalén se recuerda el gesto profético de Jesús siendo aclamado al ingresar como Rey de Paz y el Mesías y después condenado para el cumplimiento de las profecías.
El Evangelio de San Mateo narra que la gente alfombraba el camino por el que pasaría Cristo y gritaba: Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto.
Los fieles que participan en la procesión, tradición que data del siglo IV en Jerusalén, deben llevar en las manos ramos de palma, olivos u otros árboles, y entonar cantos adecuados. Los sacerdotes y los ministros, llevando también ramos, deben marchar delante del pueblo.
La bendición de los ramos y palmas tiene lugar antes de la procesión. También se debe instruir a los fieles cristianos a que conserven en sus casas, junto a las cruces o cuadros religiosos, los ramos bendecidos como recuerdo de la victoria pascual del Señor Jesús.
La segunda tradición litúrgica es la de Roma, la cual nos invita a entrar conscientemente en la Semana Santa de la pasión gloriosa y amorosa de Cristo, anticipando la proclamación del misterio en el Evangelio de Mateo (26:14-27:66).
Para el bien espiritual de los fieles, conviene que se lea por entero la narración de la Pasión y que no se omitan las lecturas que la preceden. Terminada la lectura de la Pasión no debe omitirse la homilía.
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Esta entrada fue modificada por última vez en martes, 27 de diciembre, 2022
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