Infografía: Toma AMLO al toro por los cuernos
EL ORIGEN DEL TÉRMINO
La palabra deriva de huachicol, que es una bebida alcohólica adulterada con alcohol de caña y con otros compuestos. Según el Diccionario del español de México, huachicol tiene dos significados principales: por un lado, es aquella persona que se dedica a bajar fruta de los árboles usando un cuachicol o huachicol, que es una vara larga que lleva en un extremo una canastilla, y, por el otro, es el “delincuente que se dedica a robar gasolina perforando los oleoductos que la conducen”.
¿CÓMO SE REALIZA?
El robo de combustible se lleva a cabo directamente de los oleoductos de Petróleos Mexicanos, de los cuales se extrae el combustible a través de perforaciones. A esta técnica se le conoce comúnmente como “ordeña de ductos”. Después de detectar el ducto, los huachicoleros realizan un corte e instalan luego una llave improvisada, para poder extraer el combustible, que se vende más tarde en tianguis cercanos o directamente a traileros que pasen por el poblado.
EL PLAN ANTIHUACHICOL
El Gobierno Federal puso en marcha el 20 de diciembre de 2018, el Plan Conjunto de Atención a las instalaciones de Pemex, que tiene como propósito evitar el robo de combustible y acabar con la corrupción que conlleva. El presidente López Obrador aseguró que en solo cinco días, este plan disminuyó 55 por ciento el robo de hidrocarburos; en contraparte, en las primeras semanas de 2019, la población padeció el desabasto de gasolina en varios estados de la República.
LA “ZONA CALIENTE”
De los 40 mil kilómetros de ductos que tiene Pemex en el país, el tramo en donde más se roban gasolina es el Minatitlán-México. Aquí circula la inmensa mayoría de los combustibles que llegan al centro del país, por eso es tan importante; en ese tramo se roban el 34 por ciento de la gasolina que se hurta en toda la nación. Aquí se encuentra el lugar conocido como “Triángulo Rojo”, donde están Palmar de Bravo, Quecholac, Tecamachalco, Acatzingo y Tepeaca, que son los municipios del huachicol.
¿POR QUÉ ES TAN ESPECIAL?
¿Qué tiene ese tramo que no tienen todos los demás kilómetros de ductos? La fuerza de gravedad. Para llegar a la Ciudad de México, el ducto viene de Cumbres de Maltrata, es decir del Pico de Orizaba. Literalmente, el ducto de Pemex va cayendo. Si detectan una fuga, la pueden cerrar, pero la fuerza de gravedad se encarga de que todo lo que ya pasó siga fluyendo por todos los municipios del huachicol. Ahí está la clave de que sea la zona más apta para el robo de combustible.
INGENIOSO PROCEDIMIENTO
Áreas de inteligencia del Gobierno Federal han identificado dos maneras directas de robo de combustible.
1.- La primera es el negocio organizado, túneles parecidos al que usó ‘El Chapo’ Guzmán para escapar. A veces la Comisión Nacional del Agua hace obras que tienen que ver con el riego, para desviar agua y demás, es ahí donde quedan expuestos los ductos. Con seguetas y serruchos le hacen un hueco y se crean, literalmente, albercas de combustible, donde la gente se reúne y enfrentan un gran riesgo.
2.- La otra manera es que los huachicoleros avisan a la población. Les dicen que tal día van a romper un tubo, y si la gente quiere ir a sacar gasolina, les piden que lleven cubetas y 500 pesos para que puedan pasar, y el combustible que saquen, se la vuelven a comprar ellos mismos. Porque necesitan la mano de obra para sacar el carburante de la ‘alberca’ y lo depositan en ‘muelas’, que son como bidones.
ASOMBROSA ORGANIZACIÓN
Según un estudio que llegó a manos de Pemex, realizado con drones, el 90 por ciento del negocio tiene una organización asombrosa:
Llegan los cavadores al lugar donde hay señales de Pemex que advierten sobre la presencia de un ducto, para no excavar ahí; simplemente sacan la tierra y dejan expuesto el ducto.
Llegan los perforadores o instaladores y ponen una válvula fácil de conseguir. No se requiere mayor sofisticación, incluso en las tlapalerías se puede vender.
Conectan ahí mismo las mangueras para que lleguen directamente a las pipas, las cuales las distribuyen libremente entre sus “clientes”.
PAGARON CON SUS VIDAS
La más reciente tragedia relacionada con el robo de combustible, fue la ocurrida en el estado de Hidalgo, había arrojado hasta al cierre de la presente edición, al menos 119 víctimas mortales, además de decenas de personas que permanecen hospitalizadas e incluso muchos que aún siguen en calidad de desaparecidos. El incidente sucedió al anochecer del viernes 18 de enero, en el ducto Tuxpan-Tula a la altura del municipio de Tlahuelilpan, a 100 kilómetros de la Ciudad de México.