Revalorizar artesanías

Por Sandra García
#RadarPeninsular

Los yucatecos dejaron nuevamente este año huella en la capital mexicana. Entre las 245 micro, pequeñas y medianas empresas que participaron en la reciente edición 17 de la Semana de Yucatán en México, un sector muy importante es el de los artesanos, que van desde el ramo textil con la ya tan promocionada guayabera y las tan recurridas blusas bordadas, hasta los de alimentos con materia prima sembrada u obtenida literalmente en el patio de sus casas.

Así, entre los cientos de productos que se ofrecen, figuran también los realmente orgánicos, sin ningún tipo de tratamiento industrial, algo muy difícil de encontrar (y mucho más consumir) en una de las ciudades más pobladas del mundo. De allí que promotores artesanales como Santos Emir Tun, uno de los expositores con su marca Sorégano, considera que a este evento asiste mucha gente; sin embargo, todavía no están en pro del medio ambiente.

Los textiles son de los productos más admirados por los capitalinos; sin embargo, casi siempre buscan regatear los precios.

En entrevista para la revista Radar Peninsular, Emir Tun comenta que durante su participación, observó que a los ciudadanos mexicanos «les cuesta entender y pagar un precio justo por un producto que es artesanal de forma agroecológica», porque acostumbran a consumir cotidianamente productos industrializados «y mientras más barato, mejor, ya que de repente sí vienen a regatear o se asustan al saber el precio».

La buena noticia de esta situación es que también existen consumidores, aunque sean la minoría, que sí conocen los procesos artesanales, los valoran y pagan lo que valen.

En este aspecto, Santos considera que faltan en este aspecto más acciones para informar y hacer consciencia de la labor y beneficio ecológico, a través del consumo de este tipo de productos.

Los productos orgánicos son de los que más despiertan el interés entre los consumidores capitalinos.

«Falta que se le aporte talleres a la gente, solamente es el evento pero no veo ninguna ponencia, ningún taller sobre concientización del trabajo artesanal, sobre temas como comercio justo, sobre el pago por un producto artesanal, para reconocer que hacer estos productos lleva tiempo y no son algo industrializado», propone.

Este artesano, también es representante del Colectivo Muul Meyaj, que participó en la muestra con productos artesanales tales como jabones, bálsamos, aceites, chile molido, sal de Celestún, palanquetas de cacao y pepitas tostadas al comal.

Todos estos productos son esfuerzo de pobladores de los municipios de Umán, Acanceh, Hunucmá, Timucuy y Celestún.

El promotor artesanal Santos Emir, señala que en el evento faltan talleres sobre temas como la concientización del trabajo artesanal.

LOS RETOS DE LA PARTICIPACIÓN

Estos artesanos tuvieron que afrontar otros retos previos a la muestra: el gobierno estatal los apoyó con el transporte del producto, pero el stand (cuya renta asciende a aproximadamente 10 mil pesos por toda la semana), al igual que el transporte, viáticos y hospedaje, corrieron a cuenta de los expositores.

«Llegamos el jueves, un día antes que fuera inaugurado el evento», platica Santos Emir y regresaron a Yucatán un día después de la clausura.

Sin embargo, el trabajo comienza desde sus casas semanas antes de la inauguración. Familias completas inclusos de artesanos de los distintos municipios, empiezan a preparar una mayor producción para el envío, pues la expo en la capital mexicana reúne diariamente a miles de visitantes. Producen tanto como sus recursos y presupuesto les alcance.

La marca local “Sorégano” participó con una gran variedad de productos que van desde el chile de árbol molido hasta la sal de Celestún.

Finalmente, una semana antes, los integrantes del colectivo llevan su mercancía a las bodegas del gobierno en la comisaría meridana de Xmatkuil, desde donde se cargan los vehículos que la traslada hasta el Palacio de los Deportes en la CDMX.

Los expositores afirman que este tipo de eventos les abren las puertas a nuevos mercados para sus productos.

Además de trabajar «al full» por semanas, antes otro de los retos de la mayoría es «llevar un producto fresco, porque no tiene aditivos ni conservadores para tener un tiempo de vida más largo», explica Emir Tun.

Sin embargo, saben que su esfuerzo se verá recompensado al final con buenas ventas, pues el número de consumidores en la capital mexicana no tiene comparación en cantidad con ninguna de las grandes exposiciones que se llevan a cabo en Mérida.

Turquesa News

Editor de Turquesa News. Canal de noticias de Grupo Turquesa, con lo más relevante del ámbito político, local, nacional, espectáculos y deportes.

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Etiquetas: Revista Digital