Es verdad que las impresoras 3D tienen una gran cantidad de usos y suponen un avance tecnológico de gran importancia, tanto para facilitarnos la vida en ciertos aspectos como en cuestiones de salud y medicina, sin embargo no se debe dejar de lado el enorme riesgo que puede significar.
La cuestión con los peligros de esta tecnología, es que cada vez se descubren más armas impresas a través de la tecnología 3D, lo cual significa que existe una mayor facilidad para las personas que antes no contaban con un acceso a estas armas para tenerlas gracias a dichas impresoras.
Para evitar que esto salga del control del ser humano, investigadores de la Universidad de Buffalo en Estados Unidos han logrado encontrar una manera de rastrear todo tipo de armamento impreso.
La forma de lograr esto, fue a través de la creación de un algoritmo con el nombre de PrinTracker, que podrá brindar apoyo a las agencias policiales y de inteligencia para rastrear de donde provienen las armas impresas en 3D, así como productos falsificados y otra clase de bienes.
Entender el algoritmo, requiere de conocer que cada impresora 3D que se encuentra en el mercado, cuenta con un patrón único de impresión, el cual crea una serie de elementos casi imperceptibles en cada una de sus creaciones.
Tomando en cuenta el modelo de impresora y otros factores que provocan ligeras imperfecciones en los patrones, cada diseño, incluso pareciendo idénticos a la vista, son distintos. De esta forma, todos los patrones, al igual que sucede con las huellas digitales, tienen trazos únicos e irrepetibles, brindando una identidad exclusiva.
Para hacer posible este sistema, los investigadores crearon cinco llaves en 14 impresoras. Con base en los datos obtenidos, lograron recrear un algoritmo que tuviera la capacidad de calcular e identificar de qué impresora 3D había salido cada una de las llaves. El algoritmo permitía definir cada alteración de los objetos creados, para posteriormente asociarla con la impresora que se había usado, con una exactitud del 99,8%.
De esta forma, se ha creado una especie de huella digital para impresoras 3D, por lo que las autoridades, se verán obligados a registrar e identificar cada impresora, antes de venderla.
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