Estados Unidos.- Un equipo de científicos de varias partes del mundo localizó el fósil de un cangrejo herradura de 310 millones de años de antigüedad el cual poseía su cerebro “intacto”.
Se trata de un fósil de Euproops danae, mejor conocido como cangrejo herradura, fue localizado en el mundialmente famoso depósito Mazon Creek de Illinois en los Estados Unidos, en el cual los fósiles se conservan dentro de concreciones hechas de un mineral de carbonato de hierro llamado siderita.
“Hemos demostrado, por primera vez, que los animales de Mazon Creek no solo fueron moldeados por la rápida formación de siderita que sepultó todo su cuerpo, sino también que la siderita cubrió rápidamente sus tejidos blandos internos antes de que pudieran descomponerse”, dijo John Paterson, paleontólogo de la Universidad de Nueva Inglaterra.
De acuerdo con los expertos, el fósil del crustáceo localizado está replicado por un mineral de arcilla de color blanco llamado caolinita. Este molde mineral se habría formado más tarde dentro del vacío dejado por el cerebro, mucho después de que se hubiera descompuesto, y aseguran que “sin este llamativo mineral blanco, es posible que
nunca hubiéramos visto el cerebro”.
El estudio también revela que la anatomía del cerebro de los cangrejos herradura se ha mantenido esencialmente sin cambios durante la mayor parte de su historia evolutiva.
“El sistema nervioso central del fósil es muy similar al de los cangrejos herradura vivos y coincide en la disposición de los nervios de los ojos y los apéndices. También muestra la misma abertura central por la que pasa
el esófago”, indicó Paterson.
Este hallazgo resulta verdaderamente especial debido a que, a diferencia de los huesos y las conchas, que pueden durar millones de años, los tejidos blandos como el cerebro, rara vez se conservan como fósiles.
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De hecho, el registro fósil de los tejidos blandos de los animales, como el cerebro y otros órganos internos, es tan limitado que existen importantes lagunas en nuestra comprensión de los procesos de evolución y fosilización de estas importantes características anatómicas, indicó la Universidad de Nueva Inglaterra en un comunicado.
Sobre esto, Russell Bicknell, autor principal del estudio publicado en la revista especializada Geology, mencionó que “la mayor parte del conocimiento limitado sobre cerebros de artrópodos prehistóricos se deriva de inclusiones de ámbar o depósitos fósiles de tipo Cambrian Burgess Shale”,.
Según los expertos, el nuevo fósil descubierto demuestra efectivamente que los cerebros de los artrópodos se pueden conservar de una manera completamente diferente.
Con información de: Unotv