Por varios siglos, la humanidad fue evolucionando bajo la idea de que la Tierra únicamente tenía una Luna. Sin embargo, una investigación reciente ha revelado que el planeta en el que vivimos y creíamos conocer, cuenta con otras dos lunas que habían estado escondidas todo este tiempo.
Los atrevidos y controversiales resultados de este estudio realizado por científicos húngaros, han sido publicados en la última edición del Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
En él, narran cómo es que el equipo alcanzó a tomar imágenes de estas misteriosas nubes Kordylewski; lo que se define como una formación de polvo densa, junto con algunos fragmentos espaciales.
Estos, se encuentran a una distancia aproximada de 400 mil kilómetros de la Tierra.
Esta distancia citada, es el equivalente a la misma distancia a la que se encuentra nuestro planeta de la Luna que ya conocemos.
Dichas nubes, que no había sido descubiertas, sino hasta el año 1961, habían sido, hasta este momento, tan sólo un misterio sin concluir durante las últimas décadas.
Por otro lado, la investigación ha logrado analizar de una forma más profunda, las cualidades con las que cuentan estas dos nubes que se mantienen prácticamente pegadas.
Esto, se pudo materializar gracias al uso de filtros polarizadores especiales en las cámaras utilizadas para hacer la captura de sus elementos.
Observando que cada una de las nubes de Kordylewski cuenta con un ancho de unos 100.000 por 72.000 kilómetros. Esto, significa que tiene un tamaño casi nueve veces mayor que la misma Tierra.
Sin embargo, las formaciones se mantienen en órbita alrededor de nuestro planeta, pues sus partículas individuales no alcanzan a medir más que un micrómetro de ancho.
Es por esto que los investigadores, las consideran como una suerte de lunas.
A pesar de que la conclusión puede llegar a sonar muy sosa, podría alentar a la realización de nuevas misiones espaciales; para descubrir qué es lo que existe más allá.
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