De acuerdo con las tradiciones más puristas, los textos sagrados del Tantra fueron escritos por el propio Buda. Mientras que otras escuelas indican que provienen de grandes maestros que alcanzaron un estado superior gracias a la meditación.
En la actualidad, esta doctrina es una filosofía de vida para muchas personas, ya que los ayuda a mantenerse en el presente y elevar sus sentidos a un estado de control superior.
Para el Tantra, el cuerpo es el vehículo del espíritu. Por esta razón, consiste en una serie de prácticas de autoconocimiento para lograr un estado superior de conciencia espiritual y corporal.
En Occidente, el Tantra es más conocido por ser una actividad relacionada con el sexo. Incluso, personajes como Sting, vocalista de The Police, han afirmado que practican el sexo tántrico para mantener viva la llama de la pasión con su pareja.
Sin embargo, si bien es cierto que el Tantra puede llevar a un estado superior nuestras experiencias sexuales, mismas sensaciones que puedes experimentar en JOYclub, esta filosofía va mucho más allá.
A pesar de que la respiración pranayama no tiene su origen en el Tantra, en la actualidad es muy utilizada por esta filosofía para lograr un estado meditativo superior y control sensorial.
La respiración pranayamica debe ser lenta, calmada y profunda; de esta forma, nos ayuda a estar conscientes de nuestro cuerpo, calmar la mente, liberar tensión y eliminar todo bloqueo emocional.
Por otro lado, esta técnica también es muy conocida por quienes practican el sexo tántrico, ya que ayuda a oxigenar la sangre y para aumentar el rendimiento sexual. Para muchos maestros del Tantra, el control de la respiración es una herramienta fundamental para mejorar la salud sexual.
Si la respiración es la gasolina del Tantra, la meditación es el vehículo hacia el estadio superior.
Con la meditación tántrica, el objetivo es lograr un estado de conciencia tal que nuestro cuerpo esté en alerta pero con la mente en calma. Es decir, que la conexión mente-cuerpo llegue a un estadio superior.
Este estado meditativo, casi divino para los budistas, implica conectarse con el presente y las sensaciones de nuestro cuerpo. Por ello, puede ser practicado en pareja para lograr una conexión nunca antes experimentada, tanto espiritual como sexualmente.
El yoga tántrico no es una enseñanza que aparece en los escritos originarios del Tantra. De hecho, algunos maestros afirman que esta práctica fue creada en Occidente y que, por lo tanto, no forma parte de la doctrina.
No obstante, la popularidad y los beneficios del yoga tántrico son tales que es imposible obviarlos. Esta práctica tiene tres pilares fundamentales que están obligatoriamente interconectadas: lo físico (acciones); lo emocional (sentir), y lo mental (pensar).
Al igual que el yoga que todos conocemos, el tántrico es una serie de ejercicios físicos y de meditación. En este caso, para activar la energía sexual acumulada en la zona de la columna vertebral y genitales.
Sin embargo, esta variante del yoga va mucho más allá del tema sexual, puesto que el Tantra considera al sexo como el origen de la vida misma. Nacemos de la unión de energías opuestas pero complementarias, una contradicción que es creadora de vida y que, por lo tanto, es la energía universal.
Conocer y manejar esta energía significa comprender nuestro propio origen; solo así podremos explotar todo nuestro potencial como seres humanos.
Para el budismo, la iluminación es un camino gradual en el que se sigue un sendero para suprimir el “yo” (rueda del dharma).
En este sentido, el Tantra, a pesar de que toma en cuenta esta doctrina, sigue un camino diferente. Para los maestros tántricos, también llamados yoguinis, el estado de iluminación no es un sendero gradual, es mucho más directo que eso; es actual como si ya estuviéramos iluminados.
Es por ello que las enseñanzas del Tantra buscan estar en el estado del “aquí y el ahora”, es decir, actuar como un Buda iluminado siempre, y que la conexión cuerpo y mente alcance tal estado de iluminación en el presente.
El Tantra es un estado sensorial que permite mantener la mente en total calma, pero con un nivel de conciencia tal de nuestro cuerpo que tendremos un control absoluto del mismo. Esto permite la exploración total de nuestros sentidos físico-espirituales.
En las prácticas del sexo tántrico, las parejas pueden usar las técnicas de la respiración pranayamica y meditación para vivir nuevas experiencias. Así, podrán llevar sus sentidos al máximo nivel de conciencia e iluminación.
Es por ello que el sexo tántrico une todos los sentidos para una experiencia completa, en la que sentimos a plenitud no solo nuestra mente y cuerpo, sino también a nuestra pareja.
Es innegable que el Tantra tiene una fuerte conexión con la sexualidad, sobre todo porque consideran a la energía sexual como la creadora de vida universal. No obstante, practicar esta filosofía tiene beneficios que van mucho más allá.
Tener la capacidad de mantener la mente en calma y el control total del cuerpo a través de la respiración es fundamental para mejorar nuestra calidad de vida. Este tipo de prácticas y ejercicios son ideales para personas que les cuesta tener una conexión con sus sentimientos, y que no pueden vivir el presente tal como es.
La enfermedad del sistema-mundo moderno es el estrés; por ello, las doctrinas del llamado new age son excelentes herramientas que la civilización occidental ha tomado como suyas, dejando de lado el dogma y abrazando el camino de la iluminación.
Vivir siempre iluminado, tal como lo predican los maestros del Tantra, es, en esencia, una lección de vida que todos deberíamos poner en práctica. Ahora bien, esto también aplica para nuestra vida en pareja.
No dar por sentado, vivir el presente, estar conscientes de las sensaciones propias y que transmitimos o tener una conexión mente-cuerpo con nuestra pareja, son sin lugar a dudas las grandes enseñanzas del Tantra que podemos aplicar con esa persona que amamos.
Esta entrada fue modificada por última vez en miércoles, 20 de diciembre, 2023
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