Estados Unidos. – Un cocodrilo de tres metros de largo atacó a un buzo en el río Mayakka y pese a que le mordió la cabeza logró sobrevivir.
Resulta que el buzo originario de la ciudad estadounidense de Tampa, se encontraba buscando dientes de megalodón, una especie de tiburón gigantes extinguida hace 10 millones de años.
De pronto, el cocodrilo lo atacó por detrás, sufriendo grandes heridas en la cabeza, incluida una fractura menor de cráneo, por lo que fue necesario ponerle 34 grapas.
El buzo identificado como Jeffrey Heim, de 25 años de edad, dijo que tras el impacto del cocodrilo, sitió como si una embarcación lo hubiera golpeado.
Pero al percatarse que había sido atacado por el caimán, se mantuvo tranquilo y sin moverse, lo cual hizo que el reptil perdiera el interés por el y se alejara a más de un metro.
Eso, le permitió a la víctima retroceder lentamente hasta llegar a tierra firme, en donde fue auxiliado por los bañistas, quienes llamaron al número de emergencias 911.
El joven fue trasladado a un hospital y si bien tenía heridas de consideración, afortunadamente no sufrió ninguna lesión cerebral.
La clave fue mantener la calma
Luego de su recuperación, en entrevista con medios locales el joven relató:
«Tratando con tiburones aprendí que, si no quieres que te confundan con una presa, no hay que moverse muy rápido; de manera que empecé alejarme lentamente», explicó.
Comento, que el reaccionar tranquilo le ayudo a sobrevivir, » ahora sé cómo reaccionar en una situación como esa», comentó.
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El caso de este joven se viraliza, ya que se salgo de milagro del feroz ataque de un cocodrilo que le propinó un mordisco en la cabeza.
WATCH: Florida man describes being attacked by alligator in Myakka River. https://t.co/doIYua8SZV
— NBC News (@NBCNews) June 4, 2021
El hombre, comentó que se acababa de meter al agua cuando de repente al salir a tomar aire, sintió como si lo estrellara un bote a 50 millas por hora.
Cuando miró arriba vio al cocodrilo observándolo frente a él, a unos 4 pies de distancia y comenzó a moverse despacio para que el lagarto no intuyera que se trataba de una presa huyendo.
Así logró salir del agua sin que el animal volviera a atacarlo.
Afortunadamente, en la orilla había gente cerca y les avisó que llamaran al 911, y los rescatistas llegaron en 5 minutos.
Con información de: Actualidad.rt