Hace cinco años el descubrimiento en el edificio histórico de la calle Guatemala 24, de un gran número de cráneos de guerreros aztecas causó terror al dar a conocer la existencia del Tzompantli, hoy un arqueólogo le ha dado un giro a esta historia creando el Tzompanque.
Mario Iván López Vázquez, arqueólogo egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) quien ha trabajado en salvamento arqueológico en diversos lugares del Centro Histórico, es el creador de esta singular obra comestible.
Te Puede Interesar: Hallan 119 cráneos en calle del Centro Histórico
El Tzompantli era la forma en que los aztecas principalmente, exhibían a las víctimas de sus guerras y sacrificios, se trata de una estructura de postes y varas de madera que forman una torre de cabezas humanas.
En nuevas excavaciones, los investigadores del INAH han encontrado hasta ahora 119 cabezas humanas mas, tres de ellas de niños, que se suman a las 484 identificadas anteriormente en la plataforma que nacía en las faldas del Templo Mayor hace 500 años.
Aprovechando la proximidad de las fechas en las cuales en Mexico se celebra a los muertos, López Vázquez ha convertido estos vestigios de terror en una original creación culinaria: el Tzompanque, que como su nombre indica, es un altar de cráneos, pero hechos de panqué.
Son quince cráneos colocados en hileras te observan desde la mesa como una advertencia al hambre. Este altar a la panadería está construido con panqués de vainilla cadavéricos y a veces le escurre un poco de mermelada, están destinados a sumergirse en una taza de chocolate.
Estas delicias de pan forman parte de un proyecto cultural llamado “Itacate de historias”, el cual fundó hace cerca de cinco años con el propósito de promover la divulgación histórica de la etapa prehispánica a través de la inmersión sensorial mediante diversos talleres, actividades y, por supuesto, pan.
Con esta iniciativa, Mario busca mostrar la historia de una manera diferente, en este caso, a través de la experiencia de comer. Esta innovación combina la arqueología y la panadería para difundir la historia de los Tzompantli.
Y es que, de acuerdo con el arqueólogo, antiguamente a las personas sacrificadas se les cortaba la cabeza y las colocaban en esta forma en las plazas, cada zona tenía su Tzompantli, los cuales cumplían la función de una ofrenda a las deidades y a los muertos, aunque también eran una advertencia a sus enemigos.
Conoce el Tzompanque, la sabrosa ofrenda que transforma la historia azteca
Con Información de Elfinanciero.com