Estados Unidos.– Una mujer de Visalia, California, Estados Unidos, gana popularidad por rescatar un huevo de pato quebrado, que logró empollar.
Todo sucedió, luego de que esta mujer identificada como Betsy Roos, paseaba por el parque local con sus familia, cuando cerca de un árbol descubrió que había un nido de pato destruido.
Ahí, encontró un huevo abandonado con una fisura y decidió llevárselo a casa.
Debido a que no sabía nada de aves, llamó a vida silvestre, quienes le comentaron que no tomaban huevos.
Entonces, preguntó si aceptarían el animal si lo incubaba, y ellos aceptaron”, cuenta la mujer.
Así, que comenzó a investigar por su cuenta qué es lo que debía hacer para lograr salvar al huevo.
De ahí, que se le ocurrió una curiosa y genial idea que lo cambió todo. Durante 35 días, Betsy mantuvo al huevo dentro de su sujetador, entre el calor de sus pechos.
Esto lo hizo porque descubrió que necesitaba calor y humedad para sobrevivir.
Ahora, todo lo que tenía que era llevarlo en el sujetador, rotarlo 4-5 veces al día y dormir con él.
Así fue como esta gran mujer se empezó a preparar investigando y poniendo todo a punto para cuando finalmente saliera el pato del cascarón.
Entonces, se valió de una lámpara, recipientes, agua y bolsas para fabricar una caja y que tuviera el ambiente húmedo que necesitaba.
“A los 35 días comencé a escuchar píos débiles y su pico empujaba la cubierta del huevo”
Ante la emoción puso al huevo en la caja, pero su corazón se detuvo cuando vio que algo no marchaba bien.
El pequeño estaba atrapado en la membrana, el veterinario le dijo que debía despegar lentamente la cáscara, evitando las venas y que el pico quedará donde pudiese respirar sin complicaciones.
“Lo puse en una toallita y lo envolví con la yema, poniendo antibiótico para que no se infectara. Quizá no fue la mejor idea, pero estaba asustada”, acepta Betsy.
De pronto pequeño absorbió la yema, estaba muy débil, no se movía, pero Betsy lo ayudaba a beber agua como podía.
Tiempo después vieron al patito que estaba caminando.
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Con forme se fortalecía lo dejaba nadar en la bañera y en los charcos.
Desafortunadamente, el hogar de Betsy no era el mejor lugar para el pato.
Por ello, cuando creció y estaba sano y hermoso, ella se encargó de llevarlo a una granja cercana, donde acogen a animales rescatados.
Si bien la separación fue lo más duro para ella, está convencida que todos sus desvelos y cuidados valieron absolutamente la pena. Y es una experiencia que jamás olvidará.
Con información de: Zoorprendente
