Desde temprana edad, su potencial académico fue evidente. Después de finalizar la primaria, completó la secundaria abierta en un tiempo récord de tres meses. A la vez, se preparó para el examen de ingreso a la educación media superior, logrando ser admitida a los 13 años en la Escuela Nacional Preparatoria, plantel 6, Antonio Caso, donde alcanzó 121 aciertos de 128 posibles en el examen de admisión.
Isabel siempre tuvo claro su objetivo. Inicialmente, soñaba con ser arquitecta, pero su interés por el diseño la llevó a descubrir la ciencia computacional. “Leyendo descubrí que los científicos computacionales no sólo programaban, sino que diseñaban algoritmos, lógicas de programas y software, es decir, usaban las matemáticas para diseñar, y el sólo pensar que yo podía hacer lo mismo me pareció apasionante”
En 2022, a los 16 años, comenzó sus estudios en la Facultad de Ciencias. A pesar de lo complejo que resulta el programa, Isabel destaca que el apoyo de sus profesores ha sido fundamental. Su ansia por aprender la llevó a inscribirse en más asignaturas de las estipuladas.
La excepcional joven cuenta que desde el segundo semestre decidió tomar 10 materias, ya que quería explorar temas como inteligencia artificial. Señala que a magia de la IA la atrajo enormemente. «Hubo noches en las que, al enfrentar errores en mi código, no podía dormir, pero ver un programa ejecutarse correctamente es una satisfacción indescriptible” explica.
Isabel enfatiza que la perseverancia y el amor por el aprendizaje son esenciales. Pues considera que la fascinación por las matemáticas y las ciencias de la computación le han permitido avanzar rápidamente en su carrera. Gracias al apoyo de sus padres, ha completado 38 asignaturas en dos años y solo le restan dos para graduarse.
A su corta edad, Isabel pasó de ser una estudiante más, a también desempeñares como profesora adjunta en la facultad y trabaja para una empresa en el Reino Unido como directora de tecnología, donde desarrolla software. Combinar su trabajo remoto con las clases y su interacción con compañeros, ahora como docente, es una fuente de gran orgullo para ella. “Me llena de satisfacción poder transmitir lo que he aprendido”, comenta.
Pronto se titulará, optando por el camino de la excelencia académica con un promedio de 9.7. “Quiero investigar y seguir enseñando en la facultad. Actualmente soy asistente de profesor en dos materias: Computación Distribuida y Computación Concurrente. Quiero demostrar a las nuevas generaciones que las matemáticas tienen su propia magia”.
Pero no solo eso, Isabel es una chica de amplias metas, puesl tiene planes de realizar una maestría y un doctorado. “La universidad me ha brindado tanto. Mis aspiraciones son gracias a la UNAM, y quiero devolverle, aunque sea un poco, todo lo que me ha ofrecido. Me ha abierto puertas en todo el mundo”, concluye con entusiasmo.
Jovencita de 18 años termina licenciatura en la UNAM y pasa de alumna a maestra
Con Información de Agencias