Unos nuevos juguetes coleccionables han captado la atención y desatado el furor de miles de compradores y usuarios en las redes sociales, estos personajes no son precisamente adorables, sino más bien siniestros y enigmáticos.
Son creaciones del ilustrador y diseñador de Hong Kong, Kasing Lung, los Labubu se han convertido en una tendencia viral, pero lejos de ser los inocentes y suaves juguetes de antaño, estos pequeños monstruos con sonrisas macabras y miradas desafiantes han capturado el interés de coleccionistas y curiosos por igual.
El fenómeno de los Labubu comenzó cuando los usuarios de plataformas como Instagram y TikTok compartieron videos mostrando cómo personalizaban y paseaban a sus figuras.
Estos pequeños monstruos, que inicialmente podrían parecer inofensivos por su tamaño y textura suave, presentan una apariencia perturbadora: orejas alargadas, dientes puntiagudos y ojos grandes que reflejan una maldad juguetona, casi como si estuvieran burlándose de su propio formato adorable.
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A diferencia de otras figuras coleccionables como los Sonny Angel, cuya popularidad se basó en el misterio de «sorpresas» al abrir los paquetes, los Labubu añaden una capa extra de intriga, ya que son figuras que pueden ser personalizadas y, además, cuentan con ediciones limitadas.
Esto ha generado una fiebre entre los coleccionistas, quienes no solo buscan completar su colección, sino también conseguir las ediciones más raras y exclusivas. La marca detrás de estos monstruos, Pop Mart, es conocida por lanzar coleccionables que no solo son figuras, sino piezas de arte que exploran lo macabro y lo adorable a la vez.
Hechas de vinilo, las figuras prometen durabilidad y resistencia, lo que las convierte en un artículo de colección ideal para quienes buscan piezas que perduren en el tiempo.
Sin embargo, lo que realmente hace especial a los Labubu es su capacidad para sorprender al usuario, pues no siempre se sabe qué versión o personaje aparecerá en la caja sorpresa, lo que añade un componente de misterio y emoción a la experiencia de compra.
Muchos fanáticos han hecho de este juguete una obsesión, buscando completar la colección con cada caja que abren. Los Labubu, con su estética tan peculiar, también se han convertido en accesorios de moda, usándose como llaveros y adornos que acompañan a sus dueños en su día a día.
El precio de estas figuras varía dependiendo del modelo y el lugar de compra, pero generalmente oscilan entre los 300 y los 1000 pesos, sin contar los accesorios adicionales.
No obstante, más allá del costo, lo que realmente está en juego es la fascinación por estos pequeños monstruos, que, aunque suaves al tacto, no dejan de provocar una sensación de inquietud y fascinación por su aspecto tan peculiar.
Con Información de Redes Sociales
Esta entrada fue modificada por última vez en sábado, 14 de diciembre, 2024
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