Rusia. – La historia de Uliyana y Ksenia, dos hermanas gemelas pareciera de película, pues resulta que recién nacidas fueron separadas, sin que sus padres y ellas supieran de la existencia de la otra.
Resulta que las niñas nacieron el 5 de diciembre de 1982 en la disuelta Unión Soviética y una de ellas presentó complicaciones por lo que fue trasladada a otro hospital.
Cuando la niña fue dada de alta, la enfermera le preguntó a su madre de nombre Shilov, si la bebé que le entregaban era su hija y la mujer asumió que sí.
“Fui al hospital y me entregaron al bebé a través de una ventana. Estaba envuelta en una manta. La enfermera mostró su cara y me preguntó: ‘¿Este es tu bebé?’… Bueno, si me la dieron, significa que era mía. No tuve ni un solo pensamiento de que había recogido al bebé de otra persona”, relató la mujer
Sin embargo, la niña había sido intercambiada por otra.
Así, Uliyana y la niña que le entregaron a su mamá que fue nombrada Yana, crecieron como hermanas, pero jamás sintieron conexión de gemelas, además de que eran muy diferentes, de hecho hasta tenían otros intereses.
Sin embargo, 35 años después por azares del destino, una amiga de Uliyana se encontró con su gemela en la calle y al intentar saludarla, esta no respondió.
Al interactuar con ella le contó del parecido con su amiga, tiempo después arregló una cita con Uliyana
Fue entonces, que las gemelas se reconocieron de inmediato como familia.
Pese a ello, decidieron someterse a pruebas de ADN para confirmar su parentesco. Los resultados fueron positivos.
Para evitar que la Yana la joven que creció como su hermana se sintiera mal decidieron ocultarle la verdad y así fue por algún tiempo.
Sin embargo, finalmente la familia determinó cotarle todo.
Con relación a Ksenia, esta fue criada por quien creía era su madre y poco después perdió la patria potestad de la niña, quien fue enviada a un orfanato.
Ahí, pasó su infancia, soñando con tener una familia amorosa, anhelo que se le cumplió después del encuentro fortuito con la amiga de Uliyana.
Por su parte, Yana afirma que el reencuentro de las gemelas la puso feliz, pero saber que su familia no lo era más le trajo un sentimiento de soledad.
Por fortuna, esa etapa ha pasado y ahora toda la familia Shilov se lleva muy bien.
Yana conoció a un hermano biológico que tiene, pero dice no llevarse bien con él.
A su mamá, quien se encuentra muy enferma, todavía no la ha conocido pues afirma: “Todavía no puedo aceptar esto por ahora”.
Luego de confirmar el parentesco de las gemelas, su familia demandó al hospital donde se realizó el intercambio.
De hecho, la juez del caso dio la razón a los Shilov, por lo que Ksenia recibió casi 400 mil pesos, sus padres alrededor de 260 mil cada uno
Con información: Sdpnoticias
Esta entrada fue modificada por última vez en domingo, 23 de mayo, 2021
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