Sayed Sadaat, ex ministro de Comunicaciones de Afganistan, quien tras el fortalecimiento de los talibanes en su país tuvo que huir y exiliarse, a sus 49 años trabaja ahora en un negocio donde reparte pizzas a domicilio en Alemania.
Otrora poderoso miembro del gabinete afgano, Saddat renunció en septiembre pasado al cargo, y puyado por la necesidad, ahora se gana la vida en la ciudad alemana de Leipzig como delivery de alimentos en bicicleta.
Te Puede Interesar: Concluye retirada de tropas Estados Unidos en Afganistán
El político dice no sentirse avergonzado por haber huido de su país a pesar de las críticas, cambiar sus años de servicio en un alto puesto para realizar ahora un humilde oficio lo enorgullece «No tengo nada de qué sentirme culpable”.
Mas aún, el exministro, se dice esperanzado de que mas exfuncionarios que han corrido la misma suerte que el, sigan su ejemplo en lugar de esconderse, y es probable que asi sea luego de que su historia se viralizara ahora que los talibanes se han apoderado de Afganistan.
Para mala suerte del ahora repartidor de pizzas, sus familiares y amigos no han podido salir del país, aunque quieren irse con la esperanza de unirse a los miles de personas en vuelos de evacuación o por cualquier otra ruta.
El ex ministro Sadaat es un individuo con una gran preparación académica, pues tiene títulos en TI y telecomunicaciones y esperaba encontrar un trabajo relacionado, pues en Afganistán participó en el desarrollo de telecomunicaciones en áreas rurales.
Además, planeó lanzar el satélite conjunto afgano-chino SaarcSadaat, nombrado así por la Sociedad del Asia Meridional para la Cooperación Regional, indicó ABC Internacional y finalizó la colaboración con India en su programa de transportadores Afghansat-1.
Su experiencia en comunicaciones, está acreditada al haber trabajado en China, donde tendió una línea de fibra óptica de cuatro mil 800 kilómetros. Sadaat cambió 45 mil teléfonos fijos y dio acceso a redes móviles a alrededor de 10 millones de personas en Afganistán hasta su dimisión.
Buscando una posibilidad futura de superación, el ex funcionario afgano estudia el idioma cuatro horas diarias, antes de su turno laboral vespertino de seis horas entregando comidas para Lueferando, pues sin hablar alemán, sus posibilidades son muy escasas.
“El idioma es la parte más importante”, comentó Sadaat, quien también tiene la nacionalidad británica.
Con Información de Sinembargo.com
Esta web usa cookies.