Un amplio despliegue de fuerzas federales culminó en el aseguramiento de un lote de 14 vehículos —13 de ellos de lujo y alto rendimiento— con valor de cien millones de pesos en una residencia ubicada en Temozón Norte una de las zonas más exclusivas de Mérida, Yucatán.
El operativo fue encabezado por la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), en coordinación con otras corporaciones del gobierno federal.
La propiedad cateada pertenece a Maricela Hernández Molina, viuda de José Ángel Dávila Bernal, un presunto empresario ejecutado en septiembre del año pasado en la capital yucateca. Aunque la Fiscalía no ha revelado públicamente los motivos específicos del cateo, fuentes extraoficiales apuntan a una posible vinculación con actividades ilícitas.
Según el boletín emitido por las autoridades federales, en el operativo participaron elementos de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina, la Fiscalía General de la República (FGR), así como personal de la Policía Estatal. Además de los vehículos, se decomisaron diversos equipos tecnológicos y electrónicos.
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El lote vehicular incautado incluye modelos sumamente costosos y codiciados a nivel internacional, cuyo valor conjunto supera los 100 millones de pesos. A esta cifra aún habría que añadir el precio de la residencia y otros bienes incautados durante la diligencia, lo que elevaría significativamente el monto total asegurado.
Entre los automotores asegurados destacan verdaderas joyas del automovilismo deportivo:
Seis unidades Ferrari: modelos F8, SF90 Stradale, 812 Superfast, SF90 Spider y dos 296 GTB.
Dos Lamborghini Huracán.
Dos vehículos McLaren: modelos 765LT y 720S.
Un Mercedes Benz AMG GT Black Series.
Una camioneta Lincoln Navigator.
Una Ford Lobo Raptor.
Un Nissan Versa, modelo 2025.
En cuanto a la vivienda asegurada, el Registro Público de la Propiedad indica que su valor ronda los 22 millones de pesos. A esto se suma un conjunto de dispositivos electrónicos decomisados en el lugar, entre ellos cuatro computadoras portátiles, dos tabletas electrónicas, terminales bancarias, memorias USB y por lo menos 10 teléfonos celulares de alta gama.
El operativo ha levantado especulaciones sobre una posible relación con operaciones de lavado de dinero. La versión que ha comenzado a circular entre fuentes cercanas a la investigación apunta a que la supuesta empresa de venta de vehículos que administraba Dávila Bernal sería en realidad una fachada para actividades relacionadas con el narcotráfico. Sin embargo, hasta ahora ninguna autoridad lo ha confirmado oficialmente.
Otra información no verificada indica que Ángel Dávila Hernández, hijo del empresario fallecido, habría sido detenido durante el cateo, aunque su nombre no figura en el Registro Nacional de Detenciones y ninguna institución lo ha confirmado.
Con Información de Agencias
