La marcha y manifestación que los colectivos feministas realizaron la tarde noche de este 8 de noviembre en Cancún, para conmemorar la violenta represión de hace un año el 9N, cuando protestaban por el feminicidio de una joven, concluyó pacíficamente en el Palacio Municipal de esta ciudad, las mujeres que protestaron, solamente realizaron pintas en los mamparos metálicos instalados para proteger el inmueble.
Contra todo pronóstico, la marcha concluyó en la sede del gobierno municipal sin mas consecuencia que una poca de pintura en forma de pintas reclamando justicia para Alexis, y para los damnificados de la represión armada de hace un año, increíblemente, en su escala en la icónica fuente del Cebiche, las manifestantes se desistieron de dejar allí su huella en forma de pintas.
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El monumento que identifica a todos los cancunenses, se salvó de la ira justiciera de las mujeres manifestantes, quienes prudentemente decidieron no dañarlo y generar mas antipatía a su movimiento entre los ciudadanos, por lo cual siguieron de largo hasta las instalaciones del palacio municipal, donde en medio de arengas, las mujeres pintaron algunas consignas para culminar sus actividades.
La marcha inició desde temprana hora, en la glorieta conocida como del albañil, que se ubica en el cruce de las avenidas José López Portillo y Jose Rojo Gómez (Kabah), donde fue elegido como punto de reunión por las feministas, que no obstante la importancia (para ellas) de la fecha, no tuvo un gran poder de convocatoria y solamente logró reunir a unas setenta de ellas.
No obstante, con esa cantidad de participantes, iniciaron su periplo sobre la avenida Kabah en dirección hacia las instalaciones de la sub procuraduría de la zona norte de Quintana Roo, en donde apenas llegar, empezaron con sus consignas y pintas en muros y portón del inmueble, pero los daños no pasaron a mayores, y luego de unos minutos continuaron su marcha hacia la Glorieta del Cebiche.
Allí se esperaban severos daños al monumento, pero como ya se dijo, logró salvarse de las feministas, la relativa pasividad de las manifestantes continuó hasta su llegada al Palacio Municipal, donde se limitaron a hacer algunas pintas y corear consignas entre ellas, para luego retirarse tranquilamente.
