Cancún encendió su alma con el Janal Pixan: Una fiesta entre luz, mar y memoria

Cancún encendió su alma con el Janal Pixan: Una fiesta entre luz, mar y memoria

Cancún, Q. R., a 3 de noviembre de 2025.- Con el atardecer del mar Caribe al fondo, Puerto Juárez comenzó a latir al ritmo de los caracoles ancestrales en el cuarto día del Festival Janal Pixan 2025, al que se han sumado más de 87 mil personas, y que convirtió las calles del origen de Cancún en un tapiz de luz, tradición y alegría compartida.

Cientos de familias, con flores en las manos y recuerdos en el corazón, se dieron cita para celebrar la vida y honrar a los que ya navegan en el más allá, comenzando en el “Muelle de los Suspiros”, donde desde las aguas, una procesión marítima de catrinas y catrines se deslizó sobre las olas, con embarcaciones engalanadas con velas y flores que parecían espíritus flotando sobre un espejo.

Luego, las calles se volvieron una pasarela de elegancia y color con catrinas y catrines de todos los estilos, que desfilaron entre aplausos, música mexicana y una algarabía que hacía vibrar los corazones de todas y todos.

Cancún encendió su alma con el Janal Pixan: Una fiesta entre luz, mar y memoria; Cientos de familias, con flores en las manos y recuerdos en el corazón, se dieron cita para celebrar la vida y honrar a los que ya navegan en el más allá.

La noche siguió en el escenario principal, donde la música encendió la piel de los asistentes con la voz de Keyra Juárez; la escuela de danza «Talulah»; el grupo «Yaaxche» del Instituto Tecnológico de Cancún; el Ballet Folclórico «Anirak»; la Compañía Municipal de Coro; el grupo «Sabor con 6», así como la pasarela del concurso de catrinas y catrines.

Asimismo, durante toda la celebración y entre los altares que parecían jardines de recuerdos, se erguían los sabores y colores de México: más de 50 puestos gastronómicos y 120 espacios de artesanos y emprendedores que ofrecían desde pan de muerto hasta joyería. En total, 51 altares contaban historias distintas, pero con la voz de un pueblo que honra la memoria con arte y corazón.

El Janal Pixan ya no es solo una tradición, es una llama que crece cada año, iluminando la identidad y la unión de las familias cancunenses.