La niña de 12 años que gracias al estado de inseguridad que priva en el estado, fue baleada en el municipio de Tulum, no solo padeció por la inseguridad siendo «daño colateral», si no también por la indolencia médica al tener que peregrinar entre hospitales para poder ser atendida.
Tras recibir un par de disparos de presuntos sicarios cuque dispararon contra su domicilio de la colonia irregular Dos de Octubre, y que la tienen al borde de la muerte, la niña fue trasladada de urgencia por paramédicos a el Hospital General de Playa Del Carmen, pero allí los galenos se negaron a atenderla.
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Esta pequeña de humilde origen, vive en el asentamiento irregular o zona de invasión «Dos de Octubre», lugar que ha sido ya protagonista de varios hechos de sangre relacionados con ataques de arma de fuego.
Desde allí tuvo que recorrer con una herida de bala en el pecho y otra en un brazo, primero 62 kilómetros hasta Playa Del Carmen, pues en Tulum no hay un Hospital equipado para atender estas lesiones.
Inhumano peregrinar en hospitales de niña baleada en Tulum
Pero lamentablemente, en Playa Del Carmen tampoco quisieron atenderla pues el personal del Hospital General de Solidaridad argumentó no tener un especialista que pudiera atenderla, de hecho, ni siquiera intentaron estabilizarla.
Por lo cual los paramédicos se vieron obligados a recorrer otros 68 kilómetros hasta la ciudad de Cancún, para intentar que fuera atendida en el Hospital General Jesús Kumate de Cancún, donde tras ser valorada, finalmente fue ingresada.
Inhumano peregrinar en hospitales de niña baleada en Tulum
Lo increíble es que siendo una menor de edad la lesionada, con una herida de bala de extrema gravedad (la ojiva traspasó el torax generando neumotórax) tuvieron que transcurrir varias horas innecesarias para que fuera atendida.
Ahora, tras al menos un par de horas de camino, y una mas que se perdió en Playa Del Carmen en la que el personal médico decidía si ingresarla o no, la pequeña se encuentra a punto de ser ingresada al quirófano en Cancún, pero son pocas las esperanzas de salvarle la vida.
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