Rogelio Jiménez Pons, director general del Fonatur, visitó Quintana Roo para dar seguimiento a las obras de mejora para el colapso de cúpula y falla, conocido como socavón, ubicado en la carretera Cancún-Playa del Carmen, acompañado de Luis Alegre Salazar, diputado federal por Quintana Roo y representante del presidente de la República y enlace directo en el estado con el sector social y empresarial para el proyecto del Tren Maya.
“Desde el viernes se inició a una labor de estudios pertinentes de las condiciones físicas y excavaciones en el subsuelo de la carretera, para consolidar una vía alterna y dar solución a la movilidad en el tramo entre Cancún y Playa del Carmen; esto ante la dificultad de solucionar el tema del socavón que aqueja los automovilistas desde hace meses”, indicó el titular del Fonatur.
Explicó que el problema es que no puede ser inmediata la remediación, porque el efecto del deslizamiento es muy ancho, más de 120 metros, es por eso que ya se iniciaron las perforaciones, pero saben que el suelo kárstico requiere de ciertas especificaciones.
Jiménez Pons mencionó, por poner un ejemplo, que hay zonas donde el nuevo nivel por donde pasaban los ríos por Tabasco y Chiapas, con el problema del calentamiento global va a llegar seis metros arriba de donde está establecido; por ello, se hace una proyección en tiempo y lo que se hace es abrir una estructura, la terracería es una estructura por sí misma y eso lleva mayor superficie de estructura de apoyo.
Asimismo, sobre las molestias que provocará en las obras una vez que inicie la construcción del tramo del Tren Maya indicó que están haciendo todo lo posible para que la afectación sea menor y por ello decidieron hacerlo de forma elevada, pero sin duda como toda obra pública generará molestias afectación y retrasos
Además, expuso que la industria ferroviaria es una de las más rigurosas y vigiladas, por lo que aseguró que participan empresas que “son lo mejor del planeta” y es parte del trabajo de vigilancia y supervisión permanente y más ahora que uno de los contratistas (ICA) está en la polémica.
Rogelio Jiménez reconoció que el desplome de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) es una llamada de atención para “redoblar la supervisión” y cuidar todo el proceso.
“La preocupación va más allá de que las compañías contratadas estén envueltas en un problema”, dijo refiriéndose a ICA y Cicsa (de Carso), quienes edifican tramos del tren y construyeron la también llamada Línea Dorada, ya que la llamada de atención es para todas las obras de infraestructura.
Por último, comentó que, el proyecto del Tren Maya en Yucatán tiene un avance del 10% y presenta un retraso de cuatro meses, debido a la pandemia y las lluvias atípicas del año pasado, así como el elevado número de hallazgos arqueológicos que se han detectado en el Tramo 3.
Sin embargo, aseguró que “se van a morir en la raya” para terminar la obra en diciembre del 2023, porque la fecha no es negociable.
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