Chetumal, Quintana Roo.- Con una verbena popular en la fuente del Pescador, a la orilla de la bahía de Chetumal, concluyó la sexta y última etapa del Rally Maya México (RMM).
La etapa más larga del recorrido de este año comenzó en Tulum en punto de las 9 de la mañana, para luego arribar a la comunidad de Chacchoben en la Zona Maya y posteriormente trasladarse a Chetumal.
En Chacchoben se vivió una auténtica fiesta de color, comida, y cultura maya, con habitantes de una comunidad que se sustenta principalmente de la actividad chiclera, heredada de los pueblos mayas establecidos en la región desde la época prehispánica.
Los visitantes pudieron apreciar una iniciativa artística de “pueblerismo” que se ha desarrollado y que cambió totalmente el sitio acostumbrado a la basura, el crimen y a la miseria y ahora busca impulsar más servicios y cultura, todo ligado a un mensaje de paz.
Más de 100 tripulaciones, procedentes de México, Europa, Centroamérica y Sudamérica participaron en el VI Rally Maya México.
Cerrojazo al VI Rally Maya México
Gracias a este proyecto, las fachadas de las viviendas fueron pintadas inicialmente por 15 pobladores bajo la guía de Carmen Mondragón.
Hoy en día la gran mayoría de la población está involucrada de manera activa en la transformación del pueblo.
Chacchoben es importante por su fauna y flora que son un atractivo agregado al factor arqueológico, con la presencia de grandes cantidades de tucanes y aves canoras, además de árboles de zapote, higueras, pimientas, ramones, chacas, corozos, cedros blancos y caobas.
En Chetumal, los participantes de este “museo sobre ruedas”, verdaderos amantes de los autos, disfrutaron una llegada por el Bulevar Bahía y una verbena que incluyó la presencia de los personajes de la película “Cars” y la entrega de apoyo a la comunidad.
De esta manera concluyó la carrera, que quiere consolidarse como una oportunidad única de conocer la riqueza natural, cultural, gastronómica y arqueológica del mundo maya.
Rally Maya México, una fiesta al volante en la Península
Durante la competencia de una semana, más de 100 tripulaciones, procedentes de México, Europa, Centroamérica y Sudamérica realizaron tránsitos y regularidades, probando la habilidad del piloto y copiloto para mantener con toda precisión las velocidades preestablecidas en un tiempo determinado.
Para esta competencia los automóviles cumplieron requisitos como tener más de 40 años de antigüedad y 90 por ciento de originalidad para poder participar dentro de una de las cuatro categorías de antigüedad: vehículos fabricados de 1915 a 1931, 1932 a 1949, 1950 a 1960 y de 1961 a 1975.
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