Faltan recursos en el Ayuntamiento de Bacalar para vigilar la Laguna
Bacalar cuenta solamente con una patrulla acuática para la vigilancia en los 42 kilómetros cuadrados del sistema lagunar, aunque la supervisión de los estromatolitos le corresponde a Othón P. Blanco, precisó el director de Ecología Gibrán Cano.
Indicó que si bien trabajan de manera coordinada con la Capitanía de Puerto, y tratan de mantener la vigilancia en la zona conocida como «los rápidos», en donde se localizan los estromatolitos, esta área es parte de Othón P. Blanco.
Comentó que el Ayuntamiento de Bacalar ha instalado señalética y letreros en los que piden a los turistas que se mantengan alejados de los estromatolitos, así como también que eviten prácticas que puedan afectar a la Laguna.
Sin embargo, reconoció que son los mismos prestadores de servicios náuticos quienes permiten que los visitantes se paren sobre las piedras vivientes e incluso con las propelas de sus lanchas los dañan.
Refirió que el Ayuntamiento de Bacalar tiene solamente una patrulla acuática para realizar labores de vigilancia ambiental lo cual es insuficiente.
Faltan recursos en el Ayuntamiento de Bacalar para vigilar la Laguna
En este sentido señaló que el municipio de Othón P. Blanco debería de poner más interés y hacer su parte.
Comentó que corresponde a la Capitanía de Puerto aplicar sanciones a los náuticos, aunque señaló que desconoce el número que en su caso haya procedido.
Cabe mencionar que los estromatolitos son estructuras organo-sedimentarias laminadas que crecen adheridas al sustrato y emergen verticalmente del mismo, produciendo estructuras de gran variedad de formas y volúmenes.
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Se encuentran en muy pocos lugares del planeta, principalmente donde las aguas contienen un alto grado de salinidad; la principal función de estos organismos es la de liberar oxígeno diatómico; por cada partícula de dióxido de carbono que capten.
En México, estas enormes rocas vivientes solamente se localizan en Bacalar, Puebla Coahuila y Chiapas.