Respalda Asociación de Padres y Madres de Familia Ley ‘antichancla’.
El presidente de la Asociación de Padres y Madres de Familia, Sergio Acosta Manzanero manifestó su respaldo a las reformas de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, conocida como ley “antichancla”, aunque reconoció que «es una línea muy delgada entre corregir y abusar».
Señalo que en México existe la costumbre arraigada de imponer castigos físicos a los hijos aunque en ocasiones estos sobrepasan los límites.
En ese sentido señaló que las reformas a la ley son un avance muy importante para garantizar la integridad física y mental de las niñas, niños y adolescentes
Comentó que ahora es importante que los padres de familia se reeduquen y sobre todo establezcan una comunicación constante con sus hijos.
“Es importante que acudamos a talleres o pláticas, todo lo que sea necesario para que nos enseñen cómo mejorar nuestra tarea como padres y madres de familia y evitar llegar al castigo corporal”, dijo.
Confío en que se dan menos los casos de niñas niños o adolescentes que acrediten que sus padres los maltratan cuando en realidad solo buscan disciplinarlos.
El Senado de la República aprobó por unanimidad, con 92 votos a favor, reformas a la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al Código Civil Federal para prohibir cualquier tipo de violencia como método disciplinario en contra de niñas, niños y adolescentes, llamada ley “antichancla”.
Define el castigo corporal o físico como todo aquel en el que se utilice la fuerza física, incluyendo golpes con la mano o con algún objeto, empujones, pellizcos, mordidas, tirones de cabello o de las orejas, obligar a sostener posturas incómodas, quemaduras, ingesta de alimentos hirviendo u otros productos o cualquier otro acto que tenga como objeto causar dolor o malestar, aunque sea leve.
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Considera como castigo humillante como cualquier trato ofensivo, denigrante, desvalorizador, estigmatizante, ridiculizador y de menosprecio, y cualquier acto que tenga como objetivo provocar dolor, amenaza, molestia o humillación cometido en contra de niñas, niños y adolescentes.
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