El mundo de la lucha libre mexicana se encuentra de luto tras el fallecimiento de Akihiro Hamada una de las figuras más emblemáticas del deporte conocido por los fanáticos de este deporte como Gran Hamada.
El gladiador falleció este sábado 15 de febrero a los 74 años, dejando un legado imborrable que trascendió fronteras y marcó una huella significativa en la historia de la lucha libre mexicana.
Su partida fue confirmada a través de un mensaje en redes sociales por el también luchador El Hijo del Santo, quien expresó su dolor por la pérdida de un amigo cercano y colega en el ring.
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A través de un emotivo comunicado, El Hijo del Santo compartió su tristeza con los seguidores de la lucha libre, describiendo a Hamada no solo como un gran luchador, sino también como un compañero que formó parte importante de la historia de su familia.
“Lamento compartir que falleció un querido compañero y excelente luchador Akihiro Hamada, mejor conocido en la lucha libre como Gran Hamada. Compañero de mi padre El Santo y mío”, detalló.
Además, extendió sus condolencias a la familia de Hamada, especialmente a sus hijas, Xóchitl y Ayaco Hamada, quienes, al igual que su padre, han sido luchadoras destacadas en el mundo de la lucha libre.
Gran Hamada comenzó su carrera en los años 70, siendo pionero en la introducción del estilo de lucha libre mexicana en Japón, lo que le permitió ganarse el reconocimiento internacional. A lo largo de su carrera, Hamada participó en numerosas rivalidades memorables contra figuras icónicas como El Santo, Los Villanos, El Perro Aguayo y El Solitario, quienes marcaron una época dorada de la lucha libre.
Su legado también incluye su trabajo en prestigiosas organizaciones de lucha libre como el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), New Japan Pro Wrestling, Michinoku Pro Wrestling y la Universal Wrestling Federation, entre otras.
A lo largo de su trayectoria, construyó una relación de respeto y camaradería con luchadores de diferentes partes del mundo, consolidando su lugar como uno de los más grandes dentro del ámbito de la lucha libre internacional.
Además de su influencia sobre el cuadrilátero, Hamada dejó un legado familiar que perdura a través de sus hijas, quienes continúan su tradición en el deporte. Ayaco y Xóchitl Hamada, dos luchadoras mexicanas, siguen el ejemplo de su padre, llevando su nombre con orgullo dentro del ring y honrando su memoria con cada combate.
Con Información de Agencias
