Este sábado, se disputó el partido en el que las selecciones de Marruecos y Croacia disputaron el tercer lugar del Mundial de Qatar 2022, en el que luego de no haber podido llegar a la ansiada final, la selección balcánica derrotó a la marroquí con un marcador de 2 goles a 1.
Croacia, subcampeón en el anterior mundial de futbol, aunque logró ganar este partido, técnicamente bajó un escaño al lograr solo el tercer lugar, en tanto que la selección de Marruecos hizo historia al ser la primera nación africana en llegar hasta la semifinal.
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En el partido que definiría al tercer mejor equipo del mundial qatarí, el marcador se abrió con un gol de Croacia en los botines de Josko Gvardiol en el minuto 6, sin embargo, inmediatamente Marruecos igualó el marcador con gol de Achraf Dari.
Luego, casi al final del primer tiempo, en el minuto 41, Mislav Orsic mandó disparo cruzado que pegó en el poste para después meterse al fondo de las redes. El segundo tiempo estuvo dominado por Croacia, que evitó en todo momento que le igualaran el marcador.
Como era de esperarse, de nuevo Luka Modric llevó la batuta de su selección para que Croacia, subcampeón del torneo de Rusia 2018, obtuviese el tercer lugar en el que pudo ser la última presentación del volante croata en una Copa del Mundo.
Por su parte, después de convertirse en la primera selección africana en alcanzar las semifinales en un Mundial, Marruecos cerró con un par de derrotas. Pero los logros del equipo en Qatar dejaron una huella imborrable y mucho orgullo en el mundo árabe.
En este mundial, quedó para la historia que Croacia y Marruecos pudieron acceder a una final que además de inédita hubiera sido histórica, entre dos equipos que no partían como favoritos para llegar tan lejos.
Los croatas rozaron repetir hito, después de hace cuatro años jugarse con Francia la Copa del Mundo en Rusia, con una generación que ha vuelto a maravillar en Qatar.
Mucho más maduros, los jugadores entrenados por Zlatko Dalic han dado una vez más una lección de resistencia y resiliencia, con una capacidad asombrosa para no perderle la cara a los partidos, por muy superior que, a priori, fuera el rival.
En octavos, los europeos afrontaron un “asequible” duelo ante Japón (1-1), sin embargo, el pase se complicó y necesitaron de la incertidumbre de los penaltis para sellar su billete a los cuartos de final, donde esperaba el duro hueso brasileño.
La gran favorita “verdeamarela” chocó con una combativa escuadra croata que resistió las embestidas del talento ofensivo carioca. Ese carácter balcánico prolongó el esperado éxito brasileño hasta la prórroga, cuando Neymar se vistió de héroe momentáneo para poner el 0-1.
Pero la “Canarinha” no contó con la insistencia del “martillo pilón” croata, que aprovechó un desajuste en el sistema de Tite para empatar y forzar la segunda tanda consecutiva. La presión pesó demasiado a la “samba” brasileña y Croata se metió entre los cuatro mejores equipos del torneo.
Muy lastrados físicamente por los esfuerzos previos, los croatas recibieron un duro correctivo en semifinales ante Argentina (3-0) con un intratable Leo Messi. Luka Modric -podría estar ante su último partido en un Mundial-, principal artífice de la gesta europea y líder con 37 años, se despedía junto a sus compañeros de la aventura mundialista con la cabeza alta y la oportunidad de firmar un exitoso tercer puesto en Qatar, tras su subcampeonato en 2018.
Con Información de Agencias
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