La música mexicana ha perdido a uno de sus más grandes íconos. Javier Bátiz, considerado el «Padre del Rock and Roll Mexicano», falleció este sábado a los 80 años tras una valiente lucha contra el cáncer de próstata.
La noticia fue confirmada por su esposa, Claudia Madrid, a través de un emotivo mensaje en sus redes sociales, acompañando una foto de ambos. “Queridos amigos y Familia!!! Para informarles que nuestro adorado y querido, mi esposo Javier Bátiz trascendió el día de hoy!! Su legado y su música quedan para la eternidad! Te amo amor mío. Vuela alto mi ángel”, expresó Madrid, conmovida por la partida del músico.
Según reportes de medios especializados, Bátiz, quien también padecía de neumonía y altos niveles de glucosa, estuvo luchando contra varias complicaciones de salud desde principios de año. A pesar de su condición, su legado como pionero del blues y el rock en México permanece intacto, dejando una huella indeleble en generaciones de músicos y fanáticos.
Javier Isaac Medina Núñez, mejor conocido como Javier Bátiz, nació el 3 de junio de 1944 en Tijuana, Baja California. Desde joven, mostró su talento para la música, fundando en 1957 el grupo LOS TJ’S a los 13 años.
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Su banda, influenciada por artistas como B.B. King, Chuck Berry y Howlin’ Wolf, fue una de las primeras en introducir el blues y el R&B en el ámbito musical mexicano. Bátiz fue un verdadero pionero que no solo enriqueció la escena musical nacional, sino que también ayudó a formar a otros grandes artistas, como Carlos Santana, quien lo consideraba su mentor.
Durante la década de los 60, su fama comenzó a crecer, consolidándose como una de las figuras más relevantes del blues mexicano. En 1968, ya era un nombre reconocido en el ambiente musical, y su presentación en «La Fusa», uno de los primeros cafés cantantes en la Ciudad de México, marcó un hito en su carrera.
A lo largo de su vida, Bátiz grabó 25 discos y participó en 30 películas, consolidándose como un referente del rock y el blues en México. Entre sus discos más destacados se encuentran las entregas «Baúl del Brujo», lanzadas entre 2003 y 2004, y la recopilación de canciones inéditas “Alas Sesiones de Bátiz” que salió al mercado en 2005.
Uno de los momentos culminantes de su carrera fue en 2017, cuando celebró sus 60 años de trayectoria con un emotivo homenaje sinfónico en el Zócalo capitalino, frente a miles de personas. Además, su legado fue reconocido en múltiples ocasiones, como en abril de 2023, cuando el Congreso del Estado de Baja California le otorgó un reconocimiento por su contribución a la música y la cultura del estado.
Su impacto fue tan grande que, tan solo unas semanas antes de su fallecimiento, el 28 de noviembre, recibió las llaves de la ciudad de Tijuana, en reconocimiento a su incalculable influencia en la cultura tijuanense y en la música nacional.
A pesar de las adversidades de su salud, Javier Bátiz nunca dejó de crear. En mayo de 2024, estrenó su último disco, y en varias entrevistas mencionó que, para él, la música era una forma de sobrellevar la enfermedad: “Hacer y tocar música es una manera de continuar luchando”, solía decir. Su partida deja un vacío inmenso en el panorama musical mexicano, pero su legado, su música y su influencia perdurarán para siempre.
Con Información de Agencias