El cantante español Miguel Bosé se ha separado y ha roto su relación con el escultor valenciano Nacho Palau, con quien compartía hasta ahora la paternidad de sus cuatro hijos (dos eran adoptados por Bosé y los otros dos provenían de Palau).
Bosé vive una situación que resulta un tanto caótica y amarga, no solo por los procesos que llevan una ruptura sentimental, sino ahora por la separación de los niños.
Se dividen a los hijos
Después de su separación, ambos han tomado la difícil decisión de repartirse a los niños: dos para Miguel y dos para Nacho.
Tanto Bosé como Palau han decidido tratar de atenuar los problemas permitiendo sesiones de Skype y videoconferencias entre los niños, Diego, Tadeo, Ivo y Telmo para que no se extrañen.
Bosé, de 62 años, vivía entre Panamá y Madrid pero recientemente se ha trasladado a la Ciudad de México a una urbanización con fuertes medidas de seguridad que permiten al cantante continuar con el secretismo habitual en su vida personal. A ello deben sumarse las giras musicales del cantante, que sacará disco a lo largo del año 2019.