Muere Manuel «El Loco» Valdés a los 89 años. El comediante y actor falleció a las 3:40 de la madrugada de este viernes 28 de agosto.
De acuerdo con información preeliminar, el comediante y padre del cantante Cristian Castro, Manuel «El Loco» Valdés, falleció durante la madrugada de este viernes, a las 3:40 horas, víctima del cáncer que padecía desde algunos años, perdiendo la batalla ante la enfermedad.
Puedes leer también: Fallece en Cancún a los 74 años el padre Moisés De Santos Pérez
Primeramente, fue mediante las redes sociales de su hijo, Pedro Valdés Larrañaga que se supo del fallecimiento del comediante y actor, quien tuvo su apogeo en la década de los 80’s.
“Gracias siempre por todo. Te amo. Que tu camino sea luminoso. Ahora eres eterno. Gracias, gracias y más gracias. Te adoro padre hermoso”, escribió junto a una foto de su padre.
Horas más tarde, el perfil de Twitter oficial del matutino de TV Azteca, Venga la Alegría, confirmó la triste noticia por medio de un breve texto. El actor y comediante murió a los 89 años, luego de varios años luchando por ganarle la batalla al cáncer. En abril de 2017, se supo que el famoso comediante mexicano, estrella de programas cono “Ensalada de Locos”, había sido diagnosticado con cáncer de piel.
Muere Manuel «El Loco» Valdés a los 89 años
“Hace un tiempo me salió un granito aquí en la frente, no le hice caso, hasta le hice una canción. Me revisé, me fui con el dermatólogo y me dijo que era necesaria una biopsia”, explicó en su momento Valdés.
Tras los exámenes, en la biopsia se descubrió que se trataba de un tumor maligno. Pero ni eso detuvo el humor del comediante, quien aseguró que hasta le había compuesto una canción a su tumor. “Es maligno, ahí fue cuando inventé esta canción: ‘Tengo un tumor en la frente, tengo un tumor maligno en la frente pero yo soy muy valiente’”, dijo en su momento.
En junio de 2019, le fue retirado un melanoma y después tuvo problemas para controlar su ojo derecho, por lo que en septiembre de ese mismo año, fue sometido a una cirugía en el Instituto Nacional de Cancerología porque, al parecer, una bolita estaba oprimiendo su nervio óptico y se tenía que analizar si se trataba de un tumor benigno o maligno.
